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El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) invita a participar en su ciclo La hora del cuento. Historias de amor, humor y… todos los viernes de septiembre a las 19:00 horas en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, ubicado en Nuevo León 91, colonia Hipódromo Condesa, en la Ciudad de México. Entrada gratuita.

 

Organizado por el INBA con el fin de motivar al público a sumergirse en el mundo de la lectura haciendo antesala en la narración oral, se realizan cinco espectáculos en coordinación con el Foro Internacional de Narración Oral (FINO).


El ciclo La hora del cuento. Historias de amor, humor y… tiene como propósito divulgar las tradiciones orales y literarias para crear un vínculo o un camino definido hacia la lectura, por medio de la narración de mitos, leyendas, anécdotas, relatos, conversaciones, cuentos e historias de los pueblos.

 

La primera sesión de este ciclo comenzará con Elizabeth López, quien presentará Tejiendo historias el viernes 7 de septiembre. Posteriormente, el viernes 14, Gustavo Contreras participará con Cuentos y anécdotas de la Independencia.


Morral de cuentos es el espectáculo con el que se presenta Sara Rojo en la sesión del viernes 21. La cuarta presentación de este ciclo estará a cargo de Araceli Romero con Labios peregrinos el viernes 28.


Cabe señalar que las características de los espectáculos de narración oral que ofrecen los miembros del FINO permiten que éstos sean propuestas que se adaptan de inmediato a todo público. Cada cuento es una unidad dramática, con conversaciones escénicas como hilo conductor, lo que facilita adecuar el repertorio al espacio, circunstancia y características del público. Esto permite presentarlos en cualquier lugar porque no se requieren producciones o montajes complejos.

 

Cada historia que se representa evoca y sugiere. El público y el narrador oral comparten un mismo tiempo y espacio: el de la co-creación del cuento. A partir de lo que el narrador sugiere, cada persona del público verá como suyos a los personajes e imágenes. Esto hará que cada cuento pueda ser tomado como propio, hará que los signos y señales no verbales sean comprendidas, aceptadas y disparen estímulos a la imaginación del espectador.