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Los años y los días cuenta las andanzas de un grupo de amigos que durante su infancia perteneció al mismo equipo de béisbol, y que años después se reencuentra cobijado en las mesas del que será su cuartel general, “La Jalisciense”, cantina que resguardará los mayores secretos de esta pandilla que se propuso alcanzar la felicidad como una de sus mayores pretensiones, y que en cambio terminó bajo los escombros de tan alto afán.

 

Este libro será presentado por Enrique Alfaro, Hernán Lara Zavala, Alberto Vital y el autor el 10 de junio, a las 19:00 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México. Entrada gratuita.

  

 

Con un recuerdo es como inicia esta novela en la cual el personaje que se encarga de  contarla evoca hechos pasados desde la memoria y no de la nostalgia, como quizá podría pensarse. La memoria, “un tema central en la narrativa desde siempre”, aclara Rodrigo Garnica, autor de Los años y los días,novela en que Salvador, protagonista de este relato, es el líder de este grupo fraterno de camaradas.

  

¿Existe tal cosa como la memoria en estado puro? “Me inclino a pensar que no, ni en la literatura ni en la vida de cualquier persona”. Para Rodrigo Garnica existe más bien una mezcla de memoria e imaginación, por ello inventó el término imagimoria, “que hace que a partir de una escena, un olor, un sabor, una simple palabra echemos a andar eso que llamamos recuerdos. Creo que muchos de ellos los inventamos. Así se inventó Los años y los días”, reconoce.

  

Un filósofo, un médico y un ingeniero, son los acompañantes en esta odisea que es la vida de Salvador, quien ya cuando es un hombre casado se encuentra con la prima de quien siempre estuvo enamorado desde su juventud, Águeda, “quien no se llama así, por supuesto”, aclara Garnica. La ausencia de nombres propios en los personajes no es cosa del azar porque “efectivamente, todas las esperanzas, conscientes e inconscientes de los personajes y del narrador, están puestas en su salvador.”

 

El narrador de esta historia, que desde la vejez evoca episodios donde abunda el humor, también lleva con él un tipo de desencanto al ver su vida en retrospectiva. “La vida está saturada de desencantos, la literatura solo los refleja”. Y desde ahí, cuestiona conceptos que forman parte del “deber ser”, como lo es el matrimonio, el éxito laboral, el logro de la felicidad.

  

"Para la sociedad el escritor es una conciencia desgraciada", cita Rodrigo Garnica a Sartre, para aclarar que en su novela se cuestionan ciertos conceptos que parecerían inamovibles porque para él, alguien que se sienta un verdadero escritor no puede aceptar que los valores de la sociedad en la que vive son incuestionables y que están bien las cosas como están. “Ese no es un escritor, probablemente se trate de un vendedor de novedades”, resaltó.

  

Rodrigo Garnica. (Ciudad de México, 1942) es narrador. Estudió en la Facultad de Medicina de la UNAM. Participó en el taller literario de Elena Poniatowska de 1996-1998. Premio Bellas Artes de Novela José Rubén Romero 2003 por La pregunta. Premio Bellas Artes de Narrativa Colima para Obra Publicada 2012 por Los ácratas.

 

Entre sus novelas se encuentran: Mujer de fin de semana (1981), Crónica de una noche interminable (1982), El íncubo y la doncella (2002), La pregunta(2004), El cerco de tu piel (2007), Los ácratas (2011), Los años y los días (2013).