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  • En la FIL Zócalo 2022, escritores distinguidos por el Inbal reconocieron la importancia de estos galardones para fomentar y mantener la creación literaria en el país

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), compartieron este sábado, en el marco del segundo día de actividades de la XXII Feria Internacional del Libro de la Ciudad de México, un conversatorio en torno a la relevancia que los Premios Bellas Artes tienen para la literatura mexicana y sus autores.

En el Foro Ricardo Flores Magón, la escritora Beatriz Espejo, ganadora del Premio Bellas Artes de Narrativa Colima para Obra Publicada 1993 por El cantar del pecador (1990), Héctor Perea, Premio Nacional de Ensayo Literario José Revueltas 1994 por su obra La rueda del tiempo (1996) y Alejandro Arteaga, distinguido con el Premio Bellas Artes de Minificción Edmundo Valadés 2019 por Biblioteca mínima (2019), compartieron experiencias acerca de sus reconocimientos y coincidieron en la importancia que este tipo de distinciones tiene para la comunidad literaria y, sobre todo, para sus creadores. 

Héctor Perea, narrador, ensayista, traductor y académico, refirió que las distinciones que el Inbal, instancia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, promueve para galardonar la literatura en México representan un impulso para la trayectoria de autoras y autores, pero, sobre todo, abonan a la profesionalización y especialización del ejercicio de la disciplina literaria en el país.

“A veces el lector puede pensar que ganar un premio es vanidad, cuando en realidad es la forma que un autor tiene para seguir en el medio. Lo importante es que se valore, a través de los premios, que los autores son profesionistas en su área, al igual que un ingeniero o un arquitecto. No es una vanidad luchar por uno, dos o tres premios, sino que es una forma de vivir dentro del medio como un profesional, sin distracciones para ejercer su trabajo de manera adecuada. Un escritor es un deportista de la literatura”, compartió al respecto.

El ganador también del Premio Internacional Alfonso Reyes 2019 añadió que los Premios Bellas Artes de Literatura son ya una tradición en México, pues señaló que representan un registro para la literatura mexicana y su panorama histórico. Asimismo, celebró la realización de este tipo de foros, pues, subrayó, “permiten ver al escritor y a la literatura no como una distracción personal, sino como una verdadera profesión”.

Beatriz Espejo, una de las más notables cuentistas en las letras mexicanas, galardonada también con el Premio Bellas Artes de Trayectoria Literaria Inés Arredondo 2018 y el Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí Amparo Dávila 1996, coincidió con Perea, en cuanto al incentivo profesional que otorgan dichos reconocimientos. 

“Los Premios Bellas Artes son muy importantes, porque de alguna manera, cuando me dieron el Premio Nacional de Narrativa Colima para Obra Publicada 1993, mi carrera comenzó a despegar. Fue punta de lanza para mi carrera”, reconoció.

En este sentido, subrayó el papel de las instituciones que premian y promueven la creación literaria. “Es buenísimo que el Inbal mantenga estos premios, ya que son muy pocos los países en que esto se realiza, y, en un país tan grande como México, todo lo que se haga en favor de la cultura es necesario”.

En su oportunidad, Alejandro Arteaga, escritor y editor, compartió con el público parte de su proceso creativo y agregó que, a nivel personal, el Premio Bellas Artes de Minificción Edmundo Valadés 2019 representó una oportunidad para publicar y difundir su obra, pues de otro modo, dentro de la industria comercial, habría sido mucho más complejo.

El exeditor de la revista Casa del Tiempo, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y colaborador de publicaciones como Confabulario y La Jornada Semanal, acotó que a través de Biblioteca mínima logró intercalar una serie de relatos, muchos de ellos, afirmó, elaborados dentro del taller literario de Beatriz Espejo, en donde, a través de las contraportadas de los libros imaginarios realizados por el escritor ficticio Thomas McFarlane, busca invitar a la gente a leer una serie de obras inexistentes en la realidad.

El subdirector de Literatura y Autores de la CNL, Felipe Vázquez, y la subdirectora de Documentación y Publicaciones de la CNL, Rosa Guadalupe García, moderaron el conversatorio.