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  • En el marco de los 75 años del Inbal, Beatriz Saavedra, Adolfo Castañón y Héctor Perea resaltaron las aportaciones del recinto

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), llevó a cabo la noche del jueves 21 de abril la conferencia Memoria y aportaciones de la Capilla Alfonsina a la literatura mexicana, en el marco de las celebraciones por el 75 aniversario del Instituto.

Durante la actividad, moderada por el titular de la Capilla Alfonsina, Javier Garciadiego, los escritores y ganadores del Premio Internacional Alfonso Reyes, Adolfo Castañón y Héctor Perea, así como la directora del Taller de Creación Literaria Alicia Reyes de la Capilla Alfonsina, la escritora Beatriz Saavedra, resaltaron las aportaciones que la institución del Inbal, heredera del autor de Visión de Anáhuac, ha brindado a la vida cultural de nuestro país.

En la charla destacaron la importancia que la antigua casa del Regiomontano universal ha generado como acervo y centro literario. Adolfo Castañón refirió que la casa-museo es un espacio singular que, de forma póstuma, sigue siendo hogar de Alfonso Reyes, gracias al acervo documental que resguarda. Por ello, añadió, es considerada por diversas y diversos estudiosos como patrimonio cultural de México y de la humanidad.

“La Capilla es un símbolo y un santuario; un lugar donde la palabra crítica y sus estudiosos se han dado cita; un nido de vocaciones en el cual han convivido, por muchos años, papeles e investigadores alfonsinos tutelados primero por su nieta, Alicia Reyes, y luego por el doctor Garciadiego, gracias al amparo institucional del Inbal y la CNL”, señaló Castañón.

Asimismo, aprovechó para realizar la entrega física de dos volúmenes del testimonio de la relación epistolar entre Alfonso Reyes y Pedro Henríquez Ureña, titulados Correspondencia II. 1914-1924 y Correspondencia III. 1925-1944, mismos que Castañón trabajó en años recientes en conjunto con la institución.

Por otra parte, Héctor Perea —quien se encargó de la curaduría del recinto alfonsino, posterior al trabajo realizado por la historiadora y crítica de arte Raquel Tibol— subrayó las aportaciones que la casa-museo ha hecho a la vida cultural de México, gracias al acervo artístico, producto de las obras pictóricas y escultóricas que fueron parte de la colección personal del humanista regiomontano.

“Aquí hablan el arte con la literatura y la literatura con el arte”, indicó, y afirmó que dicha colección no brilla por su cantidad, sino por la calidad de las obras que la conforman, pues forman parte de ella piezas de artistas como Diego Rivera, Juan Soriano, Federico Cantú o Ángel Zárraga.

En tanto, Beatriz Saavedra recordó la importancia como semillero creativo que el recinto ha desarrollado desde sus inicios bajo el cobijo de autoras y autores como Jaime Labastida, Augusto Monterroso o Dolores Castro, y mediante el cual se ha impulsado la carrera de escritoras y escritores actualmente consolidados, entre ellas y ellos Juan Villoro, Sabina Berman, Ana Clavel o Pablo Raphael.

Destacó, de igual forma, la continuidad del impulso creativo literario a pesar de la contingencia sanitaria por la COVID-19. “Esto hace una comunidad alfonsina muy enriquecida y creo que funciona a manera de un avispero de escritores que se vuelven asiduos a esta Capilla Alfonsina”, concluyó.

Por su parte, la coordinadora nacional de Literatura del Inbal, Leticia Luna, celebró que en el marco de los 75 años de la creación del Instituto se realice el reconocimiento a la labor de la Capilla Alfonsina, una de las tres sedes de la CNL.

Finalmente, el director de la Capilla Alfonsina festejó el 75 aniversario del Inbal y agradeció al Instituto y a la CNL el trabajo conjunto y de respeto mutuo que han desarrollado a favor de la labor literaria durante 49 años.