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gloria gervitz

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), se unen a familiares y amigos de la poeta y traductora Gloria Gervitz (1943-2022) por su lamentable deceso.

La autora originaria de la Ciudad de México y reconocida por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile con el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2019 gracias a Migraciones (1991) —obra poética de largo aliento con más de 270 páginas de versos, a la cual el jurado destacó por su singularidad dentro de la literatura hispanoamericana—, dejó un prolífico legado a través de sus letras.

Conformado por siete volúmenes: Shajarit (1979), Yiskor (1987), Leteo (1991), Pythia (1993), Equinoccio (1996), Treno (2000) y Septiembre (2003), Migraciones fue el proyecto literario que Gervitz desarrolló durante más de 40 años y en el cual congregó la mayor parte de su trabajo poético. 

En este sentido, la poeta, narradora y dramaturga, Ethel Krauze recordó la herencia cultural judía que Gervitz poseyó, así como la preservación de su tradición literaria a través de la palabra escrita. “Ella es un ejemplo del rescate de la memoria del espíritu judío por excelencia, que va desgranándose a lo largo de las muchas versiones de su libro. Y como buena judía, escribió un solo libro que es una especie de libro infinito”. 

La escritora mexicana agregó que “Gloria fue una poeta que asumió de frente toda la tradición de ese pueblo, en donde se busca, a través de las palabras y de la escritura, el testimonio de la memoria; de esa búsqueda de los momentos estelares de la vida, para convertirlos en presencia constante mediante la poesía”.

Al mismo tiempo, recordó con cariño y nostalgia su relación de amistad y la elegancia con la cual la también ganadora del Premio Fernando Jeno en 1986 se entregó siempre a sus pasiones: “Fue una mujer que perseguía el amor, que lo encontraba y lo disfrutaba hasta sus últimas consecuencias”, dijo.

Investigadora y catedrática en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), respectivamente, Gloria Gervitz realizó estudios en Historia del Arte dentro de la Universidad Iberoamericana y durante su carrera literaria dirigió también diversos talleres de poesía en México, en los estados de Campeche y Quintana Roo.

Fue miembro del Sistema Nacional de Creadores del Arte (SNCA), de 1997 a 2003; así como becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) en 1993; y del Fideicomiso para la Cultura México–Estados Unidos 1995, para traducir la obra de la poeta estadounidense Lorine Niedecker.

Colaboró en distintas publicaciones, como Casa del Tiempo, Diálogos, Discurso Literario, El Cuento, El Zaguán, Krisis, La Brújula en el Bolsillo, La Jornada Semanal, La Vida Literaria, Revista Universidad de México, Siempre! Vuelta.

Como traductora, Gervitz trabajó la obra de autoras y autores como Susan Howe, Rita Dove, Kenneth Rexroth y Samuel Beckett.

Su trabajo poético lo completan los libros Fragmento de ventana (1986), el poemario colectivo La poesía en el corazón del hombre (1987) y Migraciones: poema 1976-2016 (2017). Su legado literario ha sido traducido al inglés, francés, italiano, alemán, portugués, hebreo, ruso, árabe y esloveno.