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Autor de obras dramáticas analíticas y reveladoras sobre la historia de los más importantes acontecimientos de México, el maestro Juan Tovar falleció este domingo rodeado del amor de su familia.

La Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) lamentan la partida de quien con su legado engrandeció la dramaturgia nacional.

En congruencia con el espíritu del maestro Juan Tovar y los deseos de su  familia, se informa que será velado hoy y mañana lunes 23 de diciembre en su casa de Ixcatepec en Tepoztlán, Morelos.

En 2018, al recibir la Medalla Bellas Artes en reconocimiento a sus aportaciones al arte y la cultura de México, Juan Tovar aseguró sentirse honrado y conmovido ante tal distinción. “No lo esperaba, sobre todo porque pensé que ya se habían olvidado de mí. Es un reconocimiento muy importante, sin duda alguna. Eso me emociona: estoy muy agradecido con los responsables de ello”.

En su momento, agregó: “Siendo dramaturgo, cuentista, periodista, guionista y traductor, creo que en la decisión de darme la Medalla Bellas Artes se contempla toda mi obra, pero pienso que pesa más la faceta de dramaturgo. El año pasado (2017) se publicó el primer volumen de mi Teatro reunido I y me parece que esto pudo haber tenido cierta influencia”.

Originario de la ciudad de Puebla (23 de octubre de 1941), Juan Tovar vislumbró su futuro en la literatura dado que la realidad no le gustaba y como una forma de escape comenzó a escribir. Llegó a la Ciudad de México con ese afán y atraído poderosamente por el cuento y la novela se inició en estos géneros para posteriormente incursionar en la dramaturgia y la creación de guiones para cine, además de desarrollarse como traductor y periodista. Estudió con Juan José Arreola, Luisa Josefina Hernández y Emilio Carballido.

Es autor de las novelas El mar bajo la tierra (1967), La muchacha en el balcón o la presencia del coronel retirado (1970) y Criatura de un día (1980), así como de la antología de cuentos Hombre en la oscuridad (1965), los cuentos Los misterios del reino (1966) y El lugar del corazón (1974).

Juan Tovar ha escrito una página especial dentro de la dramaturgia mexicana con obras icónicas, como Las adoraciones (1981), Manga de clavo (1989), Manuscrito encontrado en Zaragoza (1985), El monje (1988) y Cura de locura (1992).

Es autor de las versiones teatrales de La marquesa de Sade (de Yukio Mishima, 1988), Aura (1989), La hija de Rapaccini y Los encuentros (basada en la obra de Juan Rulfo, 1992); y del guion cinematográfico Reed, México Insurgente (1970), Pueblo fantasma (en colaboración con Ricardo Vinós y Parménides García Saldaña, basado en el cuento Final feliz), Dollar Mambo (1993) y Crónica de familia (1985), entre otras.

Tradujo al español la obra de Carlos Castaneda, William Butler Yeats, Gerard Manley Hopkins, Jan Kott, Kakuan, Thomas Middleton y William Rowley. Asimismo, fue profesor en la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT) del INBAL y en el Centro Universitario de Teatro (CUT) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, Cuba, y el Foro de la Rivera.

Fue ganador del Premio de Cuento Injuve (1966) por La plaza y otros cuentos; Premio de Cuento de La Palabra y El Hombre 1966 por Los misterios del reino; Premio de Novela del I Concurso de la Juventud  SEP 1970 por La muchacha en el balcón o la presencia del coronel retirado; Premio Alfonso X de Traducción Literaria 1984 por El contrapaso, de Thomas Middleton y William Rowley; Premio Ariel 1987 por Crónica de la familia y Premio Nacional de Dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón 2007.

También fue colaborador de Casa de las Américas, Diorama de la Cultura, El Cuento, El Día, El Heraldo de México, Ovaciones, Revista de Bellas Artes, Revista Universidad de México y Siempre!; fue becario del Centro Mexicano de Escritores (CME, en 1964 y 1974) y miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca). 

Juan Tovar se encontraba creativamente activo, trabajaba en Cambio y Recambio, puesta experimental con tinte político que aborda las transformaciones en México integrada por dos actos: uno realista-naturalista y, el otro, fantástico, en los cuales sus personajes son ciudadanos de a pie, cotidianos, de distintas filiaciones políticas que discuten la renovación en México y se centra en el sexenio anterior. Cambio sucede en 2006 y Recambio en 2018.