El eje de la película de Alfonso Arau es la corrupción y la falta de libertad de expresión, temas de los que habló el periodista cultural Raúl López

  • Ciclo de cine Paz y democracia, organizado por la Coordinación Nacional de Literatura del INBAL

 

¿Qué tienen en común el escritor ruso Nikolái Gógol y la historieta mexicana Los Supermachos, de Eduardo del Río Rius? Casi nada, salvo una película llamada Calzonzin inspector, dirigida por Alfonso Arau hace 36 años, la cual se proyectó en la Cineteca Nacional en el marco del ciclo Paz y democracia.

Acerca de la producción ruso-mexicana habló el periodista cultural Sergio Raúl López en la Cineteca Nacional, la cual comprende una sátira política escrita conjuntamente por Juan de la Cabada (de quien recientemente se celebró el 120 aniversario de su natalicio), Héctor Ortega, Rius y Alfonso Arau, y que se ha convertido en una cinta vigente y muy humorística.

Como sucede con otras películas similares, en la de Arau existe una gran crítica hacia el sistema político mexicano que se extendió por más de 70 años, dominado por la corrupción, la nula libertad de expresión y la falta de democracia, entre otros factores que impidieron el desarrollo económico del país.

Con una duración de dos horas, aproximadamente, Arau protagoniza y dirige este filme, en el que también intervinieron Pancho Córdova, en el papel de Don Perpetuo del Rosal y Vilma González, como Enedina, por mencionar algunos actores.

El periodista cultural contó que la anécdota de esta cinta gira en torno a un enredo, similar a aquellos en los que se veía envuelto el cómico Mario Moreno Cantinflas. En este caso, el personaje de Calzonzin es confundido con un inspector del gobierno que acudiría al pueblo de San Garabato, uno de los tantos que existen a lo largo de todo el país. A partir de ese momento, se desata una serie de situaciones que rayan en lo bizarro, complicándose más con el arribo del verdadero inspector.

Esta película muestra cómo la corrupción y la falta de libertades carcomen a las sociedades, bajo el dominio de un gobierno que se dice democrático, pero que en realidad sigue las líneas más ortodoxas de la dictadura perfecta.

Calzonzin inspector es la segunda película de Alfonso Arau y fue estrenada durante el gobierno de Luis Echeverría, lo cual no impidió que estuviera enlatada por más de 16 años, a pesar de haber sido exhibida en varios países con gran éxito y de haber alcanzado el premio a la mejor película del Tercer Mundo en El Cairo, Egipto.