• El autor de obras de teatro como Bodas de sangre y La casa de Bernarda Alba murió el 19 de agosto de 1936
  • El teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la educación de un país, afirmaba el joven prosista y dramaturgo

Poeta, dramaturgo y prosista, Federico García Lorca es uno de los escritores más queridos y añorados en los países iberoamericanos. Se distinguió desde niño por su versatilidad en las artes. Su dramaturgia, es considerada una de las cimas del teatro español del siglo XX, junto con la de Ramón María del Valle-Inclán y Antonio Buero Vallejo. Se le reconoce como el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX.

Se le vincula a la legendaria Generación del 27, formada por intelectuales como Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Luis Cernuda y Vicente Aleixandre, entre otros.

García Lorca nació el 5 de junio de 1898 en Fuente Vaqueros, Granada. Desde pequeño entró en contacto con las artes a través de la música y el dibujo. En 1915 comenzó a estudiar filosofía y letras, así como derecho, en la Universidad de Granada. En El Rinconcillo, centro de reunión de los artistas granadinos, conoció al compositor Manuel de Falla, quien influyó en su formación y desarrollo.

Entre 1916 y 1917 realizó una serie de viajes por España con sus compañeros de estudios y conoció al poeta Antonio Machado. Ambos sucesos inspiraron su primer libro de poemas, Impresiones y paisajes (1918). En 1919 viajó a Madrid y se instaló en la Residencia de Estudiantes, donde coincidió con numerosos literatos e intelectuales. Allí comenzó a florecer su actividad literaria con obras como Libro de poemas (1921) y El maleficio de la mariposa (1920).

En 1928 fundó, junto a un grupo de intelectuales granadinos, la revista Gallo, y al año siguiente viajó a Nueva York. Sus impresiones de este viaje quedaron plasmadas en su libro Poeta en Nueva York (el cual se publicó hasta 1940, cuatro años después de su asesinato). En 1934 fundó el grupo teatral universitario La Barraca para acercar el teatro al pueblo mediante obras del Siglo de Oro.

García Lorca cobró fama debido a sus obras de teatro, las cuales son un fiel retrato de la vida española. En 1933 viajó a Argentina para el estreno de Bodas de sangre y a su regreso a España, dos años después, dio a conocer títulos como Yerma y La casa de Bernarda Alba (1936).

Cultivó tanto la poesía como teatro, si bien en los últimos años de su vida se volcó más en este último, al participar no sólo en su creación, sino también en la escenificación y el montaje. En sus primeros libros de poesía se muestra más bien modernista, siguiendo la estela de Antonio Machado, Rubén Darío y Salvador Rueda. En una segunda etapa aúna el modernismo con la vanguardia, partiendo de una base tradicional.

En cuanto a su labor teatral, García Lorca empleó rasgos líricos, míticos y simbólicos, y recurrió tanto a la canción popular como a la desmesura calderoniana o al teatro de títeres. En su teatro lo visual es tan importante como lo lingüístico y predomina siempre el dramatismo.

Escribió entre 1934 y 1935, luego de una representación de su obra Yerma: “El teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la educación de un país y el barómetro que marca su grandeza o su descenso. Un teatro sensible y bien orientado en todas sus ramas, desde la tragedia al vodevil, puede cambiar en pocos años la sensibilidad de un pueblo; y un teatro destrozado, donde las pezuñas sustituyen a las alas, puede achabacanar a una nación entera.

“El teatro es una escuela de llanto y de risa y una tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas o equivocadas y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y el sentimiento del hombre”.

El 18 de julio de 1936 se vivió un golpe militar contra el Gobierno de la República española. La represión se hizo sentir en la familia del poeta granadino, quien sufrió la irrupción del ejército en la casa familiar y el arresto de algunos de sus integrantes. El 16 de agosto García Lorca fue detenido y conducido al Gobierno Civil. Pese a las gestiones que en su favor hicieron Manuel de Falla y Luis Rosales, fue conducido a Víznar, en las cercanías de Granada, donde el día 19 de agosto fue asesinado a los 38 años.