• La mesa Hacia 100 años del surrealismo se realizó en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes

“México tiende a ser el país surrealista por excelencia, dijo André Breton. Estas palabras van a marcar el tono de un encuentro dentro de la vanguardia artística más importante del siglo XX y un extraordinario momento en el mundo donde lo antiguo y lo moderno se han fundido para siempre, refirió Ricardo Echávarri, titular del Centro de Estudios Surrealistas en la Ciudad de México, durante la mesa Hacia 100 años del surrealismo, que se realizó en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes el domingo 4 de agosto.

Acompañado de Laurent Doucet, director de la Casa André Breton en Francia, y Celia Fanjul, profesora e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, Ricardo Echávarri destacó la importancia de organizar este encuentro que consideró “calentamiento de motores” para conmemorar el próximo centenario de la publicación del primer manifiesto surrealista elaborado por André Breton en 1924.

 

“En este mismo lugar donde estamos se exhibió El perro andaluz, de Buñuel y Dalí. Breton habló un poco del cine y de dos películas que le gustaban: King Kong y Vámonos con Pancho Villa. Decía que le parecían maravillosas porque partían de lo irracional para fabricar lo real. En su presentación habló de la escritura automática y concluyó haciendo una síntesis del programa surrealista׃encontrar un punto donde las viejas antinomias, sueño-realidad, objetividad-subjetividad, remonten su contradicción aparente”, recordó el especialista en el recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).

 

Antes de la llegada de Breton a México, el 18 de abril de 1938, hubo tres antecedentes importantes de creadores que vinieron: Tristán Corbière, escritor que Paul Verlaine ubicó dentro del círculo de los poetas malditos, llegó en el siglo XIX; Arthur Cravan arribó en 1917 en plena Revolución, y Antonin Artaud, el primer surrealista en llegar a nuestro país en 1936. El surrealismo en México tuvo un impacto profundo porque nuestro pasado prehispánico, los colores y rostros mexicanos, su diversidad, transformaron al surrealismo, el cual ya no volvió a ser lo mismo. La obra de muchos autores importantes, como Frida Kahlo, Xavier Villaurrutia o Gilberto Owen, no se comprendería del todo sin este impacto e influjo del surrealismo, comentó.

 

Durante su participación, Laurent Doucet aclaró que, aunque el surrealismo fue fundado en 1924, cronológicamente hubo un episodio determinante antes de esa fecha. “La primera escritura surrealista fue creada por André Breton y Philippe Soupault durante mayo y junio de 1919. El texto titulado Les Champs magnétiques (Los campos magnéticos) fue un cambio sistémico para la poesía, la literatura y las artes. Este libro de poesía en prosa está escrito con el método de la escritura automática, dijo.

 

Laurent Doucet dijo: aunque Guillaume Apollinaire fue el primero en utilizar los términos surrealismo y surrealista, al inventar el término en 1917, no fue sino hasta 1924 cuando Breton fundó de manera teórica el término. Asimismo, habló del papel de los surrealistas como los primeros en introducir el psicoanálisis en Francia por medio de textos, como lo hicieron en la revista Minotaure(Minotauro). Breton fue estudiante de medicina en un hospital durante la Primera Guerra Mundial, situación que también contribuyó en el origen de este movimiento, del cual fue su principal exponente y fundador.

 

Por su parte, Celia Fanjul, artista plástica e investigadora de la UAM, se refirió a la importancia de las mujeres vinculadas al movimiento surrealista, entre quienes hubo artistas, fotógrafas, cineastas y escritoras. Especialista en el tema, después de vivir varis años en Francia y escribir una tesis al respecto, señaló que aborda el surrealismo desde la vida misma y rememoró el trabajo de pintoras como Remedios Varo y Leonora Carrington.

 

“En una conferencia preguntaron por qué en México ya no había surrealistas, y puede ser porque aparecieron las feministas. La verdadera revolución la hemos hecho las mujeres en todo el mundo. Rimbaud preguntaba qué pasaría con la mujer cuando fuera libre׃ ¿la entenderemos, la comprenderemos? Creo que esa pregunta aún está en el aire. La libertad es algo que da miedo, concluyó.