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A casi 100 años de la publicación del primer manifiesto surrealista fue publicado por André Breton en 1924, la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura organiza una mesa de charla, análisis y lectura con especialistas de esta vanguardia artística, que se llevará a cabo el domingo 4 de agosto a las 12 del día en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

En esta actividad, que lleva por título Hacia 100 años del surrealismo, participarán el director de la Casa André Breton en Francia, Laurent Doucet; el titular del Centro de Estudios Surrealistas en la Ciudad de México, Ricardo Echávarri, y Celia Fanjul, profesora e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana.

André Breton llegó a México el 18 de abril de 1938. Durante su estancia de cuatro meses viajó por Nuevo León, Michoacán, Jalisco y Ciudad de México. Fue en la capital del país donde, en compañía de Diego Rivera, visitó la Universidad Nacional Autónoma de México y acudió a diversas exposiciones. Al ser huésped de Rivera y Frida Kahlo, conoció a León Trotski en la Casa Azul.

La fecha más importante del periplo de Breton en nuestro país fue el 25 de junio, cuando se presentó en el Palacio de Bellas Artes para leer la ponencia Perspectivas del surrealismo y protagonizar una lectura de poesía junto con Xavier Villaurrutia, quien hizo la traducción.

En una búsqueda por recordar esta experiencia, los participantes de la mesa tendrán una conversación y luego harán una lectura de poemas. “Es la vanguardia poética más importante durante el periodo de entreguerras y el movimiento poético más fértil a nivel mundial de la era contemporánea”, asevera Ricardo Echávarri, y enfatiza también la importancia y la considerable participación de México en el desarrollo de este movimiento.

Declarado por Breton como el país más surrealista del mundo, a México llegaron importantes representantes de esta corriente, como Antonin Artaud, César Moro, Wolfgang Paalen, Eva Sulzer, Alice Rahon, Kati y José Horna, Remedios Varo y Leonora Carrington, y algunos de ellos se quedaron a vivir aquí para siempre, recuerda Echávarri.

“Tuvimos la fortuna de que arribaran a nuestro país autores muy importantes, como André Breton, Antonin Artaud, y luego se quedaran a vivir permanentemente algunos de ellos, como Leonora Carrington, Remedios Varo o Kati Horna. Esto le dio un particular toque a México, que sirvió de refugio a muchos escritores y pintores surrealistas que migraron a partir de los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial. Entonces, por esos azares del destino se convirtió en el país surrealista por excelencia”, agrega el director del Centro de Estudios Surrealistas en la Ciudad de México.

En la actividad, en el Palacio de Bellas Artes, se ofrecerá un panorama de este tránsito del surrealismo de Europa a América y de la manera en la que en México se encontró un espacio propicio para desarrollarse.

Por su parte, Celia Fanjul resalta que hablar sobre surrealismo en la actualidad no solamente es necesario, porque estamos cerca de conmemorar el centenario del movimiento, sino además por el contexto histórico.

Otro de los frutos de la visita de Breton a México fue la redacción conjunta del manifiesto Por un arte revolucionario independiente, cuya autoría compartió con Trotski, pero que por razones tácticas signó junto con Rivera para hacerlo público el 25 de julio de 1938.

Doucet refiere que estar en el Palacio de Bellas Artes, lugar histórico donde Breton estuvo presente para dictar su conferencia en 1938, será muy importante para él como poeta.