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Sobre la necesidad de profundizar en la escritura de poesía en lenguas maternas, “porque el idioma se nos está muriendo”, y en los trabajos de enseñanza y traducción para contribuir con el sistema penal mexicano y evitar posibles injusticias, dialogaron los escritores indígenas Cheva Severiano, mazateca del Estado de México, y Agustín Girón Méndez, tzeltal de Chiapas.

En el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, en una sesión más del ciclo Las primeras raíces. Literatura en lenguas indígenas, organizada por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), ambos escritores leyeron, en mazateco y tzeltal, poesía y cuento y hablaron de tradiciones y traducciones, de la discriminación que se genera ante problemas jurídicos y legales, e incluso compartieron algún chiste en lengua indígena.

En 2019, Año Internacional de las Lenguas Indígenas, declarado por la UNESCO, ambos escritores y traductores de lenguas maternas destacaron, primero, la necesidad y la dificultad de hablar y escribir en lenguas originarias.

“De niña quise hablar mazateco y español para ayudar a entender las indicaciones que el doctor le daba a mis padres. Es difícil, aún sigo aprendiendo. No es lo mismo leer que escribir, mucho menos traducir el mazateco. Es una lengua tonal, es decir, una misma palabra en cinco tonos diferentes, tiene cinco significados diferentes”, comentó Cheva Severiano, escritora y traductora.

Agustín Girón Méndez dijo por su parte que aprendió el tzeltal y el tsotsil, variantes de la lengua maya, en el núcleo familiar, como parte de “una educación formativa y normativa, en la que, por tradición ancestral, tiene uno que hablar bien y bonito a la gente y a la naturaleza, desde pedir comida hasta pedir permiso a la tierra para sembrar y tener una buena cosecha”.

Luego de leer poemas y cuentos en sus lenguas, coincidieron en la necesidad de perpetuar las lenguas indígenas. “Se nos están muriendo”, dijo Girón Méndez; “aún existe mucha discriminación por hablar nuestras lenguas maternas”, aseguró Cheva Severiano.

Mencionaron la dificultad de vivir y trabajar en la ciudad cuando se ha vivido y se conservan las costumbres de los pueblos de origen. “Aquí todo es diferente, hasta la gastronomía, pero en la ciudad está nuestro trabajo”, señalaron.

También reiteraron, dado su trabajo como intérpretes, la necesidad de profundizar en la definición y precisión de las palabras en lenguas indígenas para lograr una traducción correcta al español. “En los procesos jurídicos, además de que existe discriminación de antemano, se cometen muchas injusticias por falta de traductores y las confusiones con el lenguaje pueden derivar en decisiones penales erróneas”, subrayó Cheva Severiano.

Al respecto, Girón Méndez expuso que “nunca hay recursos para el estudio de las lenguas indígenas”, en lo que coincidió Cheva Severiano, quien recurre a reuniones con gente interesada en el tema y a los abuelos para saber el significado preciso de las palabras. “Tal vez no sepan leer o escribir, pero en su pensamiento existe mucho conocimiento y conocen el significado real de los vocablos”, consideró.

Agustín Girón Méndez consideró importante que las lenguas indígenas se estudien, analicen y difundan con mayor entusiasmo. “Son lenguas que están a la misma altura que el español, inglés o francés, pero son menospreciadas por los mismos hablantes. Este 2019 es un buen año para ponernos a la vanguardia en materia de defensa de las lenguas maternas”, dijo.

En la sesión, Girón Méndez leyó en tzeltal y español la fábula del zopilote y la rana, un poema de amor y otro dedicado a El maizal, mientras que Cheva Severiano leyó poemas en mazateco dedicados a su pueblo, la vida en la ciudad y a ella misma: “Soy mujer que habla y defiende sus derechos (…) soy mujer que lucha: soy mujer mazateca”.