• José Manuel Mateo, Rafael Olea Franco y Javier Garciadiego, como moderador, analizaron la figura del Caudillo del Sur en las letras mexicanas

Textos de Mauricio Magdaleno, José Revueltas y Octavio Paz, y más recientemente de Pedro Ángel Palou, entre muchos otros, fueron dedicados a Emiliano Zapata, pero su presencia en la literatura es menor en comparación a la de otros personajes. En cambio, en las artes plásticas, el más socorrido sí es Zapata, afirmó el escritor e investigador Javier Garciadiego.

 

 

Organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) como parte de las actividades por el centenario de la muerte del Caudillo del Sur, el miércoles por la noche en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes se reunieron los especialistas José Manuel Mateo Calderón y Rafael Olea Franco, bajo la moderación de Javier Garciadiego, quienes se refirieron al interés de los escritores mexicanos por la figura del Caudillo del Sur.

En su momento, Javier Garciadiego se refirió a que, aunque Octavio Paz, el Nobel mexicano en sus últimos años de vida asumió posturas conservadoras, siempre tuvo una gran simpatía por la figura del Caudillo del Sur. En su intervención titulada Zapata y los Paz (tres generaciones), aseguró que haciendo a un lado a Sor Juana, “Zapata fue el personaje favorito del poeta, en una simpatía que más bien se trataba de algo congénito”.

El también director de la Capilla Alfonsina destacó las múltiples actividades en torno a Zapata por el centenario de su fallecimiento, y celebró que éstas se incrementarán en los próximos meses, ya que se conjuntarán con el festejo del 140 aniversario de su nacimiento (8 de agosto de 1879), en las que el INBAL estará presente.

Para el investigador, profesor y director del Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios de El Colegio de México (Colmex), Rafael Olea Franco, “Zapata era un general del pueblo, del pueblo puro y eterno, y murió a traición, luchando en medio de una revolución salvaje, pero justa”, palabras que retomó de la novela El luto humano, de José Revueltas, para cerrar su participación en la charla dedicada a la figura de Emiliano Zapata dentro de la literatura mexicana.

Olea Franco se refirió en especial al escritor Mauricio Magdaleno, quien abordó la figura de Zapata para la literatura y el cine en la década de los años treinta, “aunque también hay otros escritores de la misma época que vale la pena leer, como Cipriano Campos Alatorre, quien en 1934 escribió Los fusilados, uno de los antecedentes de la obra de Juan Rulfo”, consideró el también especialista en Jorge Luis Borges.

Puntualizó que en 1930 Mauricio Magdaleno publicó la obra teatral Emiliano Zapata, estrenada en el Teatro Hidalgo de la Ciudad de México en 1932 por el grupo Teatro de Ahora, luego dio a conocer en España El compadre Mendoza como novela breve sobre la vida del Caudillo del Sur, para más adelante hacer el guion para cine de la película dirigida por Fernando de Fuentes.

De esa forma, comentó el director del Colmex, Magdaleno contribuyó con tres importantes textos literarios sobre Zapata, convencido que “él es el personaje más importante de todas las revoluciones de México”, y porque “ningún hecho de las revoluciones tiene la espesa trascendencia, la conmovida y fervorosa importancia social del movimiento de los peones de Morelos encabezados por Zapata. En él afloran los signos más verdaderos de la tierra de México”, concluyó el investigador.

El guionista cinematográfico José Manuel Mateo Calderón mencionó que escritor mexicano José Revueltas escribió un guion para cine titulado Tierra y libertad, el cual, por desgracia, nunca se ha llevado a la pantalla grande.

El guion inédito titulado Tierra y libertad, de Revueltas, al parecer fue escrito en 1960 por un autor que se caracterizó por hacer una revisión crítica de la historia de México y en el cual Zapata aparece constantemente, dijo Mateo, y junto con otros textos publicados en esa década “forma parte de un periodo que brinda una idea de un arduo trabajo que integra en un mismo sistema o dispositivo literario diferentes géneros que hacen del ejercicio narrativo un medio y una finalidad artística”.

Tierra y libertad narra la vida de un personaje y con ello nos aproxima a un pasaje de la historia donde se juega el concepto mismo de la palabra Revolución, pero también a una serie de sentimientos y emociones humanas, mencionó Mateo Calderón, y agregó que se trata de una remembranza de una mujer que al acercarse al cadáver de Zapata exclama sorprendida: “Éste no es Emiliano”, y a partir de ahí desarrollar un relato que se acerca al concepto de mitología.