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“La mujer se tiene a sí misma. Si al principio caminaba con pasos titubeantes, hoy por hoy capta, reinventa, transforma e interpreta con tal maestría que nunca más pasará inadvertida”, mencionó la escritora Erma Cárdenas durante la mesa redonda titulada Mujer y Escritura.

  Bajo la invitación de la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, anoche, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, se llevó a cabo una mesa redonda donde distintas escritoras se dieron cita para charlar sobre su visión del papel de la mujer en la literatura mexicana y su proceso creativo.

 

Al inicio de la mesa redonda, la escritora y periodista Beatriz Rivas indicó que, en México, “solo del 10 al 12 por ciento de los escritores son mujeres”, sin embargo, la presencia femenina se está abriendo camino poco a poco.

Comentó que las mujeres se han ido ganando un lugar en la literatura a través de propuestas novedosas: “Cada día hay más mujeres que escriben, publican o que buscan expresarse mediante la palabra escrita, que hacen preguntas, formulan inquietudes, frustraciones, metas, sueños”.

Posteriormente hizo uso de la palabra la escritora Erma Cárdenas, quien comentó cómo ha sido el paso histórico de la mujer en la literatura y otros ámbitos relacionados. A través de los años —refirió—, su importancia como sacerdotisa, vidente, médico, chamán o contadora de historias disminuyó siglo tras siglo hasta casi desaparecer.

En épocas anteriores, la presencia femenina en distintos rubros pasaba desapercibida. Por ello, para que la impotencia no ahogara a la mujer, perdía sus pesares en canciones, poemas y leyendas que inventaba cuando más lo requería. “Pienso mucho cuando en el correr del tiempo se diluyó la rica y extensa tradición oral”, señaló Cárdenas.

La escritora explicó cómo el cuento fue una catarsis para las mujeres, pero también la idealización de la realidad. “Cada vez la mujer se adentra en la literatura con mayor número, con mayor atrevimiento y rebeldía hasta que adquiere una voz genuina”, dijo.

Para concluir su participación, Erma Cárdenas comentó que, a través de la literatura, la mujer denuncia injusticias, promueve cambios sociales, se solidariza con sus hermanas y forma una falange que conquista al fin un nicho para sus ideas.

Durante su intervención, la novelista Sandra Frid dijo que la lista de mujeres escritoras no es tan larga como debería ser, sobre todo al considerar que tienen una gran cantidad de temas, motivos y sentimientos que expresar: rebeldía, frustración, liberación, felicidad, desahogo para explicar el mundo y a sí mismas.

“Yo escribo por necesidad y porque me apasiona; porque crear de la nada es milagro, es magia; porque me aíslo y existo en ese otro mundo que intento elegir; porque me convierto en el personaje que intento crear; porque me olvido de mí misma, destierro los monstruos que con tanta frecuencia me acechan”, detalló Frid, quien así renueva su pasado y presente para desgarrarlo.          

En la mesa redonda, también participaron la dramaturga Jimena Eme Vázquez, cuyos inicios literarios comenzaron con la lectura de Harry Potter, escrito por una mujer; y la poeta mixteca Nadia Ñuu Savi, quien apuntó que no se debe dejar de lado a las mujeres indígenas en las festividades por el Día internacional de la mujer.