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Un libro interesante, cuya investigación se convirtió en pasión, es Memoria sinfónica e histórica de himnos nacionales, así lo asentó la escritora Silvia Molina, quien con la representación de la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, Lidia Camacho, felicitó a Federico Vale Chirino por el trabajo realizado.

 

Este libro es una investigación profunda sobre la convocatoria que hizo Antonio López de Santa Anna para realizar el Himno Nacional, los ganadores ya los conocemos, pero la investigación de Federico Vale consiste en la recuperación de los otros textos y música de los otros participantes, señaló la escritora.

 

Federico Vale, periodista, editor, director y columnista cultural, comentó que la investigación sobre lo que ocurrió con los otros textos concursantes en la convocatoria del Himno Nacional surgió de una entrevista que realizó y su interlocutor no sabía quiénes fueron esos otros participantes.

 

De allí que iniciara una labor detectivesca por distintas instituciones para dar con ese paradero, entre ellas el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez (Cenidim) del INBA.

 

La convocatoria de fecha 12 de noviembre de 1853 fue publicada en el Diario Oficial de la Federación, cinco días después y en ella se asienta que una vez elegido el texto ganador, el resto de materiales serán quemados.

 

Cada trabajo fue entregado con un epígrafe que sólo conocía cada autor, sin embargo Federico Vale pudo rescatar algunos nombres, entre los que figuran José María Esteva, Félix Romero, Francisco Granados, José María Rivera y Río, Jacinto Rubio, Francisco Villalobos, Félix María Escalante, Luis Gonzaga Ortiz, Emilio Rey, Luis Pérez de León, Ventura Casual, Miguel Bernal y Guerrero, Tomás Amador, Joaquín Arróniz, José Félix María Máynez, Román Canchola, Manuel Villagómez, José María Ramírez, Catalina Espinosa de los Monteros.

 

El volumen contiene fotografías de la convocatoria, de los sobres con los epígrafes y de las partituras que sí encontró.

 

El objetivo, señala el escritor, fue rescatar a esos héroes desconocidos que dieron su trabajo para participar en un evento de esta magnitud.

 

Refirió que el 15 de septiembre de 1854 se toca el Himno Nacional por primera vez, presentación a la que no acudió Santa Anna. Giovanni Bottesini, director de la Orquesta de la Compañía Italiana de Ópera, es quien hace el estreno, pero como él también había concursado, incluye su obra en el programa.

 

Es al día siguiente, 16 de septiembre, cuando Jaime Nunó dirige la orquesta y con la presencia de Antonio López de Santa Anna se hace el estreno oficial.

 

Al autor lo acompañaron en la mesa, además de la escritora Silvia Molina, el director de la Orquesta Filarmónica de Sonora, David Hernández, quien habló del contexto en que fue escrito el Himno, como una búsqueda de la identidad nacional, después de una serie de sucesos que tenían al país dividido, además de haber sufrido la pérdida de gran parte de su territorio.

 

Señaló que, en materia musical, el Himno fue creado en un momento cuando en México existía un auge por la ópera italiana, por lo cual bien podría haber sonado en cualquier ópera verdiana, tiene una estructura cuasi bel cantista.

 

Comentó que cada quien lo cantaba como quería, hasta que Lázaro Cárdenas pone orden a los golpes del metrónomo para que pueda ser cantado por cualquier persona.

 

El director de orquesta afirmó que hasta el momento la mejor grabación que existe es la de Eduardo Mata y es la que se escucha a las 12 de la noche.

 

El libro se realizó con el apoyo de la Fundación de Cultura Quetzalcóatl, Jacobo Bonilla, representante legal de la misma, señaló que se trata de un proyecto importante que va a dejar muchas luces sobre lo que ya cantábamos y entonábamos y aseveró que se trata de un texto para leer y releer.

 

En tanto, Miguel de la Cruz, reportero cultural, destacó el rescate de documentos y el buen tino de publicar y difundirlos.

 

Calificó a Federico Vale como un justiciero de la memoria perdida que en su vocación por contar historias descubrió su vocación de historiador.