• La escritora será reconocida en el ciclo Protagonistas de la literatura mexicana
  • Ana García Bergua, Mónica Lavín y Jorge Volpi acompañarán a la autora de La corte de los ilusos
  • Martes 28 de agosto a las 19:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes

La escritora Rosa Beltrán será reconocida en el ciclo Protagonistas de la literatura mexicana, organizado por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes. Ana García Bergua, Mónica Lavín y Jorge Volpi acompañarán a la autora de La corte de los ilusos el próximo martes 28 de agosto a las 19:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

 

 

El gusto por las palabras en Rosa Beltrán está relacionado con las historias que le contaba su madre cuando era niña, debido al lenguaje figurado y las cosas que no correspondían a la realidad. “Las historias narradas de esa manera cuando eres niña se potencian, tienen un efecto mágico y el impacto es mayor. Como muchos escritores, tuve enfermedades que me hicieron estar en cama, como el sarampión y paperas, e hicieron que mi madre me regalara libros y estos me acercaron a la literatura infantil, como Simbad el marino o la versión para niños de El conde de Montecristo

“Sin saber que yo quería ser escritora, lo que a mí me importaba era vivir en ese mundo paralelo de historias que te da la imaginación, que son mucho más poderosas que las de la vida real porque tienen finales inesperados, porque hay posibilidad de unir el campo de la física con la realidad, el mundo onírico-fantástico con lo cotidiano”.

La autora de El cuerpo expuesto (2013) siempre ha tenido gusto por la lectura y reconoce dentro de esta algo de secreto, pecaminoso y prohibido, que en la actualidad nadie puede leer de manera impune por el ambiente caótico de la ciudad. “Leer es otra forma de escritura — quizá la primera­ — porque al leer interpretas, analizas y deduces qué es lo que cambiarías, esto es el primer acercamiento”, agregó la también promotora cultural.     

Egresada de la carrera de Lengua y literaturas hispánicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del doctorado en Literatura comparada por la Universidad de California, Rosa Beltrán recuerda sus inicios como escritora de manera profesional.

“Envié mi primer texto a mi profesor Huberto Batis cuando dirigía Sábado de Uno más Uno. Él me pidió al final de clase que escribiera para el suplemento; para mí era increíble porque una cosa es escribir para la gente cercana y que te aprueben todo lo que les das a leer, pero cuando alguien te dice ‘quiero que publiques y con cierta regularidad’, en ese momento descubres que es la vida que quieres tener, que ese es el mundo que quieres seguir viviendo y que te va a permitir leer y escribir”. 

En 1995, Beltrán publicó su primera novela, La corte de los ilusos, la cual la hizo acreedora al Premio Planeta-Joaquín Mortiz de Novela. Christopher Domínguez Michael dijo en una reseña de ese año que Rosa Beltrán “se plantó en un terreno peligroso para una novelista que debuta… Beltrán aparece en la narrativa contemporánea de México como una escritora que postula problemas, consciente de que la desobediencia de la novela vale más que la soberanía, siempre efímera, de la Historia”.

La novelista comentó además: “Soy una académica antiacadémica y alguien que se pregunta de qué manera la Historia -con hache mayúscula- influye en tu vida privada. Pienso que nos determina mucho más de lo que creemos, pero esa versión de la historia que nos ha sido heredada y trasmitida es la que debemos cuestionar. Mitos, prejuicios, todo esto que nos cuentan, sobre todo a las mujeres, debemos reescribirlas y hacer una contradeclaración. Desde La corte de los ilusos hasta lo que he escrito recientemente, todo tiene que ver contra lo ortodoxo, lo establecido y solemne”.

La también directora de Literatura de la UNAM habló sobre el manejo del poder en sus obras y cómo lo otorga a las mujeres “sin cambiar un solo dato de la historia, hacer ver cómo es ese poder detrás del poder, el matriarcado oculto, esas mujeres que determinan comportamientos, circunstancias y hechos que tienen que ver con algo que perdura más que esos once efímeros meses del imperio de Iturbide. Por otro lado, en Alta infidelidad las mujeres determinan las formas de fidelidad e infidelidad, ellas deciden unirse y se convierten en Don Juan”.

Beltrán también ha ejercido el periodismo y fue subdirectora del suplemento literario La Jornada Semanal. En 1994 obtuvo un reconocimiento de la American Association of University Women por su obra y su contribución a la literatura escrita por mujeres. En 1997 obtuvo el Florence Fishbaum Award por el libro de ensayos América sin americanismos. Ese mismo año obtuvo el Premio Jóvenes Académicos de la UNAM, en el área de creación, y en 2011 el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz por la misma casa de estudios. Es miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua desde enero de 2016.

Referente a su participación dentro de la Academia Mexicana de la Lengua, la doctora se dijo sorprendida de las personas que integran el recinto, pues asegura que la edad no importa y se debe resignificar la juventud. “A mí me ha tocado ver gente de 90 años en la Academia que es extraordinariamente joven, actual, vital, inteligente. Margo Glantz tiene 88 años y ¿qué no será que la juventud empieza a los 88 años? La Academia te hace preguntarte esto todo el tiempo, cuando tú ves a quienes están ahí, los escuchas y lees sus trabajos, no deja de producirte respeto y admiración”.

Por último, la escritora se dijo honrada por ser la próxima escritora en este ciclo. “En primera es el Palacio de Bellas Artes, la Sala Manuel M. Ponce, el máximo recinto donde puede llegar un escritor a leer su trabajo y, en segunda, ¡imagínate! Que sean otros escritores, colegas, amigos admirados tuyos los que van a hablar sobre tu trabajo es la mejor fiesta que uno puede escuchar”.