• Lo que más admiré de ella fue la forma en que encaró una prosa que se permite un montón de libertades: Beatriz Espejo
  • Mendoza “fue todo lo que no me atreví a ser”, declaró Carmen Parra

“María Luisa La China Mendoza es un mito de la literatura mexicana”, aseguró la narradora Beatriz Espejo durante el homenaje póstumo que el Instituto Nacional de Bellas Artes rindió anoche, en la Sala Manuel M. Ponce del palacio de mármol, a la escritora guanajuatense. 

 

 

El subdirector general de Bellas Artes, Roberto Vázquez, y el exrector de la UNAM, José Narro, atestiguaron la actividad, en la que Espejo señaló que a la también periodista, escenógrafa y política le gustaba “llegar al límite”, aunque, particularmente, la recuerda como una mujer de muchas palabras, vital, llena de chispa y apegada al compromiso.

Y agregó: “Lo que más admiré de ella fue la forma en que encaró una prosa que se permite un montón de libertades; por su manera de mirar el mundo y escribirlo halló su estilo desde la primera piedra de su carrera sin parecerse ni imitar a nadie que no fueran los latidos de su corazón y su voluntad, hasta convertirse en un mito”.

Beatriz Espejo recordó que, en su autobiografía, por ejemplo, La China Mendoza decidió recurrir a una técnica muy suya, que es desenredar el hilo de sus pensamientos como si fueran revelaciones que se encadenaran unas a otras. Descubrió hace mucho que la escritura es el paraíso particular y reconfortante destinado a curar heridas y contrarrestar el tiempo.

En su oportunidad, el dramaturgo Miguel Sabido comentó que María Luisa La ChinaMendoza era “querida, divertida, genial, generosa y alegre”, y apuntó que ella fue la periodista y cronista de la cultura del siglo XX, es decir, “el siglo de oro de la cultura mexicana”.

Subrayó que “fue una gran escritora, una gran revolucionaria del manejo del español mexicano”, así como dueña de un estilo literario aparentemente fácil y desenfadado, sólidamente anclado a sus amados Proust, Mann y Dostoievski.

Sabido consideró que a La China Mendoza se le debe dar su lugar en el Olimpo junto a las grandes, como Elena Garro, Pita Amor, Elena Poniatowska y Rosario Castellanos, entre otras, debido a que fue una escritora prolífica y disciplinada.

La artista Carmen Parra aseguró que la ganadora de los premios Magda Donato 1971, Nacional de Periodismo 1984, Bernal Díaz del Castillo 1972 y Nacional de Novela José Rubén Romero 2001, “fue todo lo que no me atreví a ser”. En este mismo evento, la escritora Silvia Molina dijo que, desde niña, María Luisa Mendoza solo quiso escribir, leer y pintar, además de que sentía una devoción por los perros. 

Por último, el senador Juan Carlos Romero Hicks, sobrino nieto de La China, informó que la biblioteca personal de Mendoza pasará a formar parte del acervo de la Universidad de Guanajuato.

 

De izquierda a derecha: Juan Carlos Romero Hicks, sobrino nieto de La China; Carmen Parra, artista; Beatriz Espejo, narradora y  Miguel Sabido, dramaturgo