• Fue galardonada por Nubecita, trabajo inscrito con el seudónimo Emma-Miel
  • El jurado estuvo conformado por Ave Barrera, Luis Jorge Boone y Javier Castellanos
  • La fecha y lugar del acto de premiación serán establecidos por las instituciones convocantes

“Por la consistencia en el tono, el uso de la oralidad para transmitir elementos de identidad, la consideración de problemáticas en torno a la frontera, el cuerpo y la infancia”, son los motivos que menciona el acta de premiación por Nubecita, perteneciente a la joven dramaturga y narradora Nora Coss, obra ganadora del Premio Bellas Artes Juan Rulfo para Primera Novela 2018.

El galardón es convocado por la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes, en colaboración con el Gobierno del Estado de Tlaxcala, por medio del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura, y el Gobierno del Estado de Puebla, mediante la Secretaría de Cultura y Turismo.

En esta edición, el jurado, conformado por Ave Barrera, Luis Jorge Boone y Javier Castellanos, declaró ganador al trabajo titulado Nubecita, inscrito con el seudónimo Emma-Miel. La fecha y lugar del acto de premiación serán establecidos por las instituciones convocantes.

Ganar este premio –dijo la galardonada originaria de Coahuila y residente en la Ciudad de México– me da luz en mis aspiraciones, porque he sido escritora muchos años, una que empezó a escribir narrativa hace ya tiempo sin la esperanza de llegar a este momento. Porque en teatro escribo un texto y lo llevo a escena cuando mucho en un año, y escribir una novela o un cuento implica dedicarle más tiempo para darlo a conocer.

“De alguna forma, el Premio Juan Rulfo me da luz en el sentido de que puedo hacer una carrera como narradora, y la verdad se agradece mucho. Se trata de un galardón muy alentador por la importancia que tiene, por el nombre que lleva y por quienes alguna vez lo han ganado, como el dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda”, consideró.

Nubecita es la historia de una adolescente que pierde la voz a raíz de que se da cuenta que su papá “ya no la quiere como antes, que su atención se centra ahora más en su hermana, quien entra también en la adolescencia. Ella cree que entre ambos hay ‘un amorío’, como lo hubo antes entre ella y su padre, pero ahora se siente rechazada, siente una decepción al no tener ya su amor”.

Nora Coss plantea que a partir de que Nubecita pierde la voz, “ella gana otra cosa, en el sentido de que se da cuenta de que ser amada por su padre y ser reafirmada por su madre es ser algo que ella no quiere, puesto que siente que puede y debe ser algo diferente, digamos, algo divino, y eso va haciendo que encuentre su identidad genuina”.

Y agregó: “Se da cuenta que para poder ser ella misma, tiene que huir de su casa y, fuera del núcleo familiar, descubrir quién es y qué quiere ser en la vida. De alguna forma, la obra trata de que el enemigo está en el propio hogar”.

Coss considera que este es un problema de los jóvenes, pero no de ahora, sino un problema de siempre, un problema que se encuentra inmerso en la propia institución familiar de todos los tiempos: “Las familias tóxicas que tienen como base los valores de la competencia, las normas, el hecho de ser mujer, y que para ser exitoso necesariamente se debe ganar mucho dinero es un poco el reflejo de mi propia experiencia en la infancia y adolescencia”, dijo.

Como escritora, subrayó, la novela fue escrita pensando un poco en esas referencias de las series televisivas, esas historias en las que parece haber un triángulo amoroso, sin que sea necesariamente algo incestuoso, pero que en términos de literatura permiten jugar con el lector entre lo divertido y lo incómodo. Eso fue un reto.

Acerca de la diferencia entre ser narradora y ser dramaturga, comentó que “en el teatro siempre planteo sistemas o juegos escénicos, cuerpos en movimiento, no hago textos propiamente narrativos o de dialogación, mientras que en la narrativa hago precisamente eso, con su propia estructura y libertad; me ayuda mucho tener esos dos cerebros aplicados, uno a la dramaturgia y otro a la narrativa”.

La ganadora Nora Coss (Sabinas, Coahuila, 1982) es dramaturga, directora escénica, guionista y narradora, con estudios de Mercadotecnia por el ITESM Campus Monterrey, egresada del Diplomado de Formación Literaria de la Escuela Mexicana de Escritores. También realizó estudios en dramaturgia y guion cinematográfico en el CCC, el Teatro La Capilla, La Casa del Cine y Talleres de Coyoacán.

Ha sido becaria de CONARTE (Nuevo León, 2005) y del FONECA en la categoría de Puestas en escena 2009; del PECDA-Coahuila en la categoría de Jóvenes Creadores en el área de Dramaturgia 2012-2013 y en la categoría de Creadores con trayectoria 2016-2017, y del FONCA en la categoría de Jóvenes Creadores en el área de dramaturgia 2013-2014. Además, fundó la compañía Tartaruga Teatro, con la que ha estrenado sus obras Club de los diagnósticos y Forever Young, Never Alone en el Foro Shakespeare.

También ha participado en encuentros de escritores jóvenes, de narradores y dramaturgos en Nuevo León (2010 y 2014) y Querétaro (2012). Obtuvo el primer lugar en el Tercer Certamen de Cuento Zócalo en Coahuila 2015; participó en el XV Festival Iberoamericano de Teatro en Bogotá, Colombia, 2016, y el IX Encuentro Literatura en el Bravo, Ciudad Juárez, Chihuahua 2017. Parte de su obra ha sido publicada en la antología Dramaturgia Mexicana Contemporánea, editorial Paso de Gato, 2016.

 

 

Nora Coss, dramaturga y narradora