• La directora general del INBA, Lidia Camacho, hizo entrega de la Medalla Bellas Artes al narrador y dramaturgo Juan Tovar por sus aportaciones
  • “Sigo escribiendo teatro”, dijo el galardonado en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes

Es un honor entregar la Medalla Bellas Artes al escritor Juan Tovar y celebrar con la familia literaria y teatral de México su trayectoria dedicada “con pasión y originalidad a enriquecer de manera importante nuestro patrimonio cultural. Por supuesto, no lo olvidamos porque es un creador que estará siempre presente en todos nosotros”.

Así se expresó la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, en la ceremonia de entrega de la Medalla Bellas Artes al narrador y dramaturgo mexicano Juan Tovar, realizada el miércoles por la noche en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

 

Acompañada por el propio artista galardonado; por el escritor Flavio González Mello; el coordinador nacional de Literatura del INBA, Geney Beltrán, y por un amplio público, la funcionaria federal calificó a Juan Tovar como “uno de los escritores más destacados de la literatura mexicana contemporánea”, quien se ha ocupado de la mayoría de los géneros: dramaturgia, cuento, novela, ensayo, traducción, periodismo y guion cinematográfico.

 

Lidia Camacho recordó que en su formación Juan Tovar contó con mentores de la talla de Juan José Arreola, Luisa Josefina Hernández y Emilio Carballido; particularmente este último representó un estímulo fundamental para su creatividad y acompañó de manera cercana los cimientos de su desarrollo.

 

Mencionó que el propio dramaturgo ha expresado que es en la narrativa donde se encuentran sus ideas de manera completa y original, que su primera novela El mar bajo la tierra, publicada en 1967, logró el reconocimiento de la crítica y de escritores como Juan José Arreola y Juan Rulfo, y que la novela Criatura de un día significó “un parteaguas, no solo para su carrera sino, en opinión de muchos, para la novelística mexicana”.

 

La titular del INBA, al entregar un diploma y la Medalla Bellas Artes a Juan Tovar, destacó que el galardonado “contribuyó a replantear la dramaturgia mexicana moderna de los años setenta y ochenta con un teatro único y contestatario que revisa nuestra historia sin condescendencias”, algo que, agregó, “debe uno ser muy enfático, es una característica del maestro y que ha sido muy importante y reconocido en su trayectoria”.

 

En 2007 se le otorgó el Premio de Dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón por su trayectoria y aportaciones a la creación dramática, destacando ya en ese momento el jurado “su escritura innovadora que ha enriquecido la escena nacional con obras que mantienen su vigencia como Las adoraciones, Manga de clavo, Manuscrito encontrado en Zaragoza yHoras de gracia”, obra estrenada por la Compañía Nacional de Teatro en 2010.

 

“Querido, Juan: quiero hacer énfasis —concluyó la directora general del INBA—  en tu talento sobresaliente en múltiples facetas y en tu amor a la literatura, al arte dramático; decirte que la comunidad artística aprecia en ti al profesional minucioso, mesurado y honesto, pero sobre todo, el enorme respeto que tienes por el trabajo de los otros. Una característica de tu trabajo es que has sido también muy generoso con dramaturgos y alumnos de muchas generaciones”.

 

Parco y mesurado, discreto y muy sonriente, el narrador y dramaturgo Juan Tovar, en su momento, probó el micrófono: “Probando, probando… ni hablar, sí se oye. ¿Qué voy a decir ahora? Bueno, que he seguido haciendo teatro, aunque no haya estrenado en varios años”.

 

Dijo que eso le ha permitido hacer cosas que quizá no puedan ser llevadas a la escena y comentó que en la actualidad trabaja en dos textos titulados Cambio y Recambio, una realista y otra fantástica, obras en las que continúa su análisis de la vida política mexicana. Comentó que parte de ese trabajo ya ha sido entregado al Sistema Nacional de Creadores de Arte, al cual pertenece.

 

Al inicio de la ceremonia de entrega de la presea, se proyectó una video-semblanza de Juan Tovar en la que directores e investigadores ponderaron su obra, y en su momento, el dramaturgo Flavio González Mello destacó su cercanía con quien, dijo, fue su maestro y luego compañero de proyectos.

 

Dijo que “en el teatro de Juan Tovar encontramos los dramas que abordan la historia nacional, tanto remota como reciente", y leyó parte del prólogo que escribió para Teatro reunido I, primer volumen de la obra completa de Tovar, editada por el Fondo de Cultura Económica. Comentó entonces que la obra de Tovar está dividida en tres ciclos: La patria desterrada. Antihistoria nacionalEl dictador intermitente. Trilogía de Santa Anna y Huaxilanerías.

 

Se trata, aseguró, “de un esfuerzo intelectual que difícilmente tiene parangón en la dramaturgia mexicana, quizás solo en la pintura", expuso González Mello, y concluyó con una invitación a las instituciones a sumarse a la campaña de postulación de Juan Tovar para recibir el Premio Nacional de Ciencias y Artes.