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·Se llevará a cabo la charla Narrativa contemporánea, en la que se conversará en torno a las circunstancias en las que se desarrolla la escritura en la actualidad 

·    Participarán Elena G. Moncayo, Eduardo Parra Ramírez, Aniela Rodríguez, Gabriel Rodríguez Liceaga y Bugarini como moderador 

·    El viernes 8 de diciembre a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia

 

Las circunstancias en las que se desarrolla la escritura en la actualidad y los menesteres que circundan al oficio del escritor, como las publicaciones, los premios y las becas, serán abordados en la charla Narrativa contemporánea por los escritores Elena G. Moncayo, Eduardo Parra Ramírez, Aniela Rodríguez, Gabriel Rodríguez Liceaga y Luis Bugarini como moderador, el viernes 8 de diciembre a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia.

En esta plática se explorará si se ha modificado la relación del escritor y el hecho narrativo con el uso de las nuevas tecnologías. Por esta razón, participarán autores de diversas generaciones, cuyo entendimiento de la escritura no es el mismo.

 

“Los nacidos en la década de los setenta, por ejemplo, aprendieron a insertarse en el mundo digital, mientras que los nacidos en la de los noventa lo hicieron de manera natural. Esto repercute en los procesos de creación escritural. Este será un punto de arranque, aunque la conversación será variada y habrá que dejarla ir hacia las preocupaciones de los participantes”, refiere en entrevista Luis Bugarini.

 

Para el autor de Estación Varsovia, la peculiaridad de la narrativa mexicana actual se unifica dentro de la multiplicidad: “Hay un desbordamiento de escritura prismática, lo cual es de celebrarse. Esto significa, además, que se dispone de libertad, que es un valor sin límites.

 

“No hay una agenda ideológica a seguir y, por lo mismo, se escribe con más libertad que nunca. Los autores se orientan en sus respectivos universos narrativos guiados por su intuición y deseo de ser honestos con sus inquietudes y aficiones. Sin ceder al entusiasmo, se vive una época de propuestas, tomas de riesgo y atención al detalle. Se está escribiendo con soltura y de manera enérgica. Nuestra narrativa joven y ya no tan joven vive un buen momento”.

 

Algunos escritores han definido la literatura contemporánea de México. Sara Sefchovich, por ejemplo, ha aseverado que lo que se está escribiendo en nuestro país se desarrolla en dos direcciones: lo que habla de la violencia y lo autorreferencial. Para ella, lo mejor es la crónica.

 

A decir de Luis Bugarini, “el diagnóstico es acertado por lo que hace a la división en esos dos rubros, aunque no en lo que percibo de su parte como una sobrevaloración de la crónica, cuyo insumo básico de creación es narrativo. Y más: las crónicas que han ganado notoriedad en fecha reciente están vinculadas, casi de modo permanente, con la violencia, los submundos nocturnos y los seres marginales.

 

“Si bien es cierto que el actual culto a la violencia se impone como hegemónico y forma una gruesa capa de neblina alrededor de nuestra literatura, la escritura que Sefchovich cataloga como autorreferencial podría estar generando los libros que darán un perfil reconocible a la generación de los nacidos en la década de los setenta. Ante la sofocación del entorno por una discursividad que pone en peligro, ya no a la escritura, sino a la persona misma, la única salida posible es la recreación del yo para desgajarlo y buscar las nuevas fronteras del hecho narrado”.