• Escritas en los últimos 25 años de su carrera
  • Participarán Eduardo Matos Moctezuma, Vicente Quirarte y Héctor de Mauleón
  • Domingo 10 de septiembre a las 12:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes

 

Abogada de profesión, Ángeles González Gamio se ha encargado de contar la historia de la Ciudad de México desde hace 25 años y ahora reúne todo su trabajo en los libros Corazón de piedra: crónicas gozosas de la Ciudad de México, La ciudad que me habita: crónicas amorosas de la Ciudad de México y Tesoros y secretos de la Ciudad de México, los cuales presentará acompañada por Eduardo Matos Moctezuma, Vicente Quirarte y Héctor de Mauleón, este domingo 10 de septiembre a las 12:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Entrada libre.

La ciudad que me habita: trilogía que guarda 25 años de crónicas de la Ciudad de México es el nombre de esta actividad en la que Ángeles González Gamio hablará de su labor siendo una de las más importantes cronistas de nuestro país. “El trabajo del cronista es un trabajo de amor”, dijo a la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, pues para ella escribir sobre esta ciudad nunca ha significado un trabajo pesado, sino todo lo contrario.

 

“Esta es la ciudad que tiene más edificios catalogados de todo el mundo, más que Roma o París. Es la ciudad que tiene más museos en el mundo. En esta ciudad fascinante debemos de sentirnos orgullosísimos los que vivimos aquí y debemos gozarla porque es un privilegio. Además, es enorme el Centro Histórico y tiene arquitectura de muchas épocas, eso lo hace muy rico porque es como la historia de un libro en la piedra”, aseguró.

 

De 1992 a la fecha, González Gamio comparte crónicas semanales en el diario La Jornada. Contó que en aquella época, cuando inició en este trabajo, el Centro Histórico era un lugar muy abandonado. “En esa época empezó un primer proyecto de rescate del Centro Histórico y, entre otras cosas, coincidió con que Zabludovsky, en una entrevista a María Félix, le preguntó por el Centro y entonces María le dijo: ‘¿El Centro? Yo no me paro ahí ni de chiste, huele a orines’. Eso fue un escándalo que salió en las primeras planas”. Al ver esto, González Gamio supo que no era cierta esa imagen que muchos tenían de este lugar.

 

“Entonces se me ocurrió empezar a escribir crónicas para describir lo que estaba pasando en el Centro Histórico, describir las maravillas que tenía de edificios, de plazas, de gastronomía, pero lo que quería es que la gente fuera al Centro, fuera a pasear, lo descubriera. Entonces también se me ocurrió terminar con una recomendación de alguna fonda, restaurante o hasta una pulquería. El Centro es el lugar más vital que tú te puedes imaginar”.

 

Y agregó: “Estos libros que voy a presentar son interesantes porque tú puedes ver la forma en la que se ha ido transformando el Centro, pero también puedes darte cuenta cómo van cambiando las cosas con edificios que a lo mejor tienen 300 años y, sin embargo, están en constante evolución. A veces los dedican a una cosa, pero a través de los años les cambian ese uso y yo he ido siguiendo todo eso. Hay edificios de los que te puedo contar tres historias diferentes, por ejemplo. En el Centro pasan cosas maravillosas todo el tiempo”.

 

Ángeles González Gamio es conferencista especializada en temas del Centro Histórico de la Ciudad de México, y su conocimiento ha pasado de los libros a los programas de televisión, como por ejemplo en TV UNAM con Tesoros y secretos del Barrio Universitario, así como en el Canal 11 con su famosa serie Crónicas y relatos de México.

 

“Este es mi pueblo”, dijo González Gamio, pues su familia siempre ha vivido aquí, y además han sido ellos quienes le transmitieron el gusto por esta ciudad. “Soy chilanga de tercera de generación, mi abuelo fue Manuel Gamio, padre de la antropología en México, quien descubrió los vestigios del Templo Mayor. Él me platicaba de todo lo que había debajo de la ciudad y mi papá, quien era cronista de sociales, me platicaba de los palacios que estaban arriba, los palacios del barroco, del neoclásico y las familias que los habían vivido, entonces desde chiquita estuve metida en la historia de esta ciudad, después estudié en San Ildefonso, y trabajé en el Centro”.

 

Para Ángeles González Gamio, su labor como cronista la ha llenado de satisfacciones, como cuando da a conocer lugares que muchas veces ni los propios habitantes conocen. “Siento que cuando conoces el valor que tiene el lugar donde vives, eso te da un sentido de pertenencia, de orgullo y te da una identidad. Nos debemos sentir orgullosos de lo que tenemos”, finalizó.