Imprimir

“Estoy segura de que el doctor Garciadiego ampliará los horizontes de esta casa y la hará, como cuando la habitaba don Alfonso, centro de pensamiento y de creación, de estudio y de reflexión de los viejos y nuevos valores de la literatura mexicana. Con mi confianza le entrego la titularidad de este recinto entrañable”.

Lo anterior fue expresado por la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, al dar posesión como director de la Capilla Alfonsina a Javier Garciadiego.

La titular del INBA manifestó sentirse emocionada, en primer lugar, por encontrarse en el inmueble que cobijó los pasos, la voz y la cotidianeidad de uno de nuestros más grandes escritores: Alfonso Reyes, cuya prosa, como dijo Jorge Luis Borges más de una vez, renovó la lengua española.

Y, por otra parte, “porque a mi lado se encuentra una de las mentes más lúcidas en el apasionante ámbito de la historia y, además, uno de los más profundos conocedores de la vida y obra de don Alfonso Reyes: el doctor Javier Garciadiego”, a quien calificó como un apasionado de la historia de México, y cuyas obras siempre arrojan luz en nuestro presente.

La directora general del INBA le encomendó el legado material de la Capilla Alfonsina y otro más abstracto: el de continuar con la labor iniciada por doña Alicia Reyes de promover en este espacio la obra y la figura de uno de nuestros más entrañables valores literarios.

Durante su intervención, el doctor Garciadiego refirió que la Capilla Alfonsina seguirá siendo un lugar abierto, como en los tiempos de Alfonso Reyes, cuando escritores consagrados y jóvenes acudían a él, y así lo consignó en su diario. “Este es un sitio histórico y faro de la literatura mexicana. Era una casa abierta”.

Recordó que Carlos Fuentes decía que aprendió literatura en las rodillas de Alfonso Reyes, y literalmente así fue, agregó, ya que el padre de Fuentes era amigo de don Alfonso y hay fotografías en las que aparece retratado el pequeño Carlos en las rodillas de don Alfonso, con dos o tres años de edad.

“Yo no tengo esta relación familiar y la forma en la que Alicia veía a Alfonso Reyes. Lo que nos toca es darle una nueva perspectiva: que aquí se den cita creadores consagrados, pero también que se abra el espacio a la juventud que está buscando su camino. Vamos a seguir impulsando los cursos de literatura y la difusión de la obra de Reyes”.

Asimismo, indicó que la correspondencia de Alfonso Reyes necesita un ordenamiento digital. “Vamos a hacer un corredor de cultura en el corazón de la Ciudad de México”, finalizó.

Previamente al nombramiento, Eduardo Mejía –encargado de la Capilla Alfonsina a la salida de la doctora Alicia Reyes– encabezó un breve recorrido por el recinto, y señaló que este contiene obras de arte de pintores reconocidos, como Diego Rivera, Manuel Rodríguez Lozano y Julio Ruelas, además de diez mil libros y el archivo personal de Alfonso y Bernardo Reyes.

En la ceremonia de toma de posesión también estuvo presente el coordinador nacional de Literatura del INBA, Mauricio Montiel.

Javier Garciadiego nació en la Ciudad de México. Estudió la licenciatura en ciencias políticas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la maestría en historia en la Universidad de Chicago. Cuenta con dos doctorados: uno en historia de México por El Colegio de México y otro en historia de América Latina por la Universidad de Chicago.

Especializado en historia de la Revolución mexicana, el ámbito de estudio del doctor Garciadiego se centra en los aspectos políticos y culturales de ese periodo, pero también en sus consecuencias inmediatas y de largo plazo.

Entre sus publicaciones más relevantes se encuentran Rudos contra científicos. La Universidad Nacional durante la Revolución mexicanaIntroducción histórica a la Revolución mexicana, Alfonso Reyes y Alfonso Reyes, un hijo menor de la palabra.

Profesor e investigador desde 1991 de El Colegio de México, su vida académica también ha trascendido en diversas universidades de México y el extranjero.

Ha sido director del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México, director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana y presidente de El Colegio de México. Además, es miembro de la Academia Mexicana de la Historia, la Academia Mexicana de la Lengua, El Colegio Nacional y la Junta de Gobierno de la UNAM.