• Obra escrita en el año 1130 por el teólogo Hugo de San Víctor
  • Benjamín Mayer Foulkes, Jean Robert y el traductor José Manuel Villalaz participarán en la actividad
  • Miércoles 21 de septiembre a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia

 

Escrito en el año 1130, el libro Didascalicon, del arte de leer, del teólogo Hugo de San Víctor, es considerado el primer tratado sobre la lectura en Occidente. Este volumen fue traducido del latín, entre 2009 y 2010, por José Manuel Villalaz, quien junto a Benjamín Mayer Foulkes y Jean Robert, presentará dicho material el próximo miércoles 21 de septiembre a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, ubicado en avenida Nuevo León 91, colonia Hipódromo Condesa en la Ciudad de México.

 

Didascalicon es una palabra griega que significa “instrucción” o “enseñanza”. El subtítulo de este volumen: De studio legendi (del arte de leer), es el que dirige al lector en todo el recorrido hacia el estudio de las diferentes artes y ciencias, hasta el de las sagradas escrituras.

 

 
  • Obra escrita en el año 1130 por el teólogo Hugo de San Víctor
  • Benjamín Mayer Foulkes, Jean Robert y el traductor José Manuel Villalaz participarán en la actividad
  • Miércoles 21 de septiembre a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia

Escrito en el año 1130, el libro Didascalicon, del arte de leer, del teólogo Hugo de San Víctor, es considerado el primer tratado sobre la lectura en Occidente. Este volumen fue traducido del latín, entre 2009 y 2010, por José Manuel Villalaz, quien junto a Benjamín Mayer Foulkes y Jean Robert, presentará dicho material el próximo miércoles 21 de septiembre a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, ubicado en avenida Nuevo León 91, colonia Hipódromo Condesa en la Ciudad de México.

Didascalicon es una palabra griega que significa “instrucción” o “enseñanza”. El subtítulo de este volumen: De studio legendi (del arte de leer), es el que dirige al lector en todo el recorrido hacia el estudio de las diferentes artes y ciencias, hasta el de las sagradas escrituras.

En la traducción del libro, Villalaz refiere que se trata de “una obra didáctica sobre la lectura, entendida como estudio personal (lectura individual), o como exposición didáctica (lectura o lección magisterial), o como aprendizaje de esa exposición o lectura”.

 

El autor explica que al instruir al lector, “lo hace distinguiendo qué leer, en qué orden y cómo. Con este método conforma un corpus filosófico integrado por 21 ‘ciencias distintas’, cuyo propósito es restaurar en el hombre la semejanza divina”.

 

Particularmente, Didascalicon está dirigido a todos los lectores que, si bien no son especialistas en el medievo, están interesados en saber cómo eran el pensamiento, las teorías y prácticas en esa época.

 

“Interesados y comprometidos también, y sobre todo, con la evolución de la lectura como herramienta cada vez más privilegiada del aprendizaje y del objeto en que se lee, sea rollo, códice, libro o pantalla”, escribió José Manuel Villalaz.

 

 

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