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  • M Servin dará una charla en la que abordará a este autor poco conocido
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  • “Su escritura llegó mucho más lejos para retratar el lado oscuro de Estados Unidos que los mismos escritores beat
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  • El miércoles 15 de octubre a las 19:00 horas en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes
 

 

La figura del perdedor fue captada magistralmente por la pluma del norteamericano Nelson Algren (1909- 1981) en A walk on the wild side (Un paseo por el lado salvaje, 1956). Esta deslumbrante novela no recibió atención alguna en México, pues cuando Algren publicó lo más representativo de su obra, en las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta, la apreciación literaria mexicana estaba volcada en unas cuantas figuras estadunidenses, como William Faulkner y Ernest Hemingway, entre los más conspicuos.

 

Es 1930 y Dove Linkhorn, personaje principal de esta historia, se revela ante esa vida condenada a la miseria que le tocó llevar en un pueblo de Texas, criado por un padre amargado que se dedica a la limpieza de pozos y a la predicación. También le prohíbe asistir a la escuela. El tren se convierte en el mejor aliado de este joven, a bordo del cual escapa y llega a un burdel de Nueva Orleans, justo en plena Gran Depresión. La prostitución se abre entonces como un mundo que lo acoge.

  • M Servin dará una charla en la que abordará a este autor poco conocido
  • “Su escritura llegó mucho más lejos para retratar el lado oscuro de Estados Unidos que los mismos escritores beat
  • El miércoles 15 de octubre a las 19:00 horas en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes
 

 

La figura del perdedor fue captada magistralmente por la pluma del norteamericano Nelson Algren (1909- 1981) en A walk on the wild side (Un paseo por el lado salvaje, 1956). Esta deslumbrante novela no recibió atención alguna en México, pues cuando Algren publicó lo más representativo de su obra, en las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta, la apreciación literaria mexicana estaba volcada en unas cuantas figuras estadunidenses, como William Faulkner y Ernest Hemingway, entre los más conspicuos.

Es 1930 y Dove Linkhorn, personaje principal de esta historia, se revela ante esa vida condenada a la miseria que le tocó llevar en un pueblo de Texas, criado por un padre amargado que se dedica a la limpieza de pozos y a la predicación. También le prohíbe asistir a la escuela. El tren se convierte en el mejor aliado de este joven, a bordo del cual escapa y llega a un burdel de Nueva Orleans, justo en plena Gran Depresión. La prostitución se abre entonces como un mundo que lo acoge.

A pesar de lo emblemático de este texto para su tiempo, fue poco reconocido, no solo en México, donde ni los escritores etiquetados como pertenecientes a la Onda, ni aquellos que posteriormente se identificaron con el underground, parecieron interesarse por la obra de Algren, dice en entrevista el escritor J.M. Servín, quien dará una charla sobre este autor de quien es ferviente lector, como parte del ciclo Autores secretos, el miércoles 15 de octubre a las 19:00 horas en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

 

En Estados Unidos la novela corrió un poco con la misma suerte, debido a que, a pesar de que Algren perteneció a la generación de escritores que se dieron a conocer después de la Segunda Guerra Mundial (Norman Mailer, Saul Bellow y J.D. Salinger),no obtuvo la fama ni los reflectores del candelero mediático. Por el contrario, “fue un escritor muy señalado por el estatus quo literario y político, por los temas de sus obras y su denuncia implícita de la podredumbre del american dream”.

 

Se debe tomar en cuenta, dice Servín, que Algren escribió la primera novela con el tema de la narcosis y los bajos fondos norteamericanos cuatro años antes de la publicación de Junkie de William Burroughs. “Nelson Algren fue el cronista y una suerte de poeta de los bajos fondos urbanos. Con elegancia y contundencia su escritura llegó mucho más lejos para retratar el lado oscuro de Estados Unidos que los mismos escritores beat, sobrevalorados a mi manera de ver”.

 

J.M. Servín asegura que la influencia de Algren alcanzó a escritores como Charles Bukowski, John Fante, Russell Banks y al propio Hemingway, y a cantantes como Leonard Cohen. “Su importancia y la vigencia de su obra están en diálogo de primer nivel con un mundo como el nuestro, convertido en una enorme fábrica de desposeídos”. Nelson Algren no fue traducido en vida al español y tampoco circularon sus obras en México sino hasta hace muy poco. Dos de ellas, a decir de Servín, son las más importantes: El hombre del brazo de oroUn paseo por el lado salvaje.