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*** Se trata de autobiografías escritas con el corazón desnudo

 

 Cinco formas de percibir la vida y relatarla por medio del género autobiográfico serán presentadas en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia el martes 23 de agosto en punto de las 19:00 horas, cuando Marcela Guijosa y Lazlo Moussong participarán en una conversación con los autores de Cinco Caminos. Relatos de vida.

En esta obra los cinco autores: Myriam Mabarak Mendoza, Jorge Madero Kondrat, Adriana Reyes Langagne, Antonio R. Quiroz Acevedo y Laura Yelitza Romero Castillo nos ofrecen sus relatos, en los cuales van desgranando sus ideas y experiencias de vida, sus emociones y las transformaciones en su personalidad, así como la forma de ser a partir de esa revisión de fragmentos de su vida.

 

*** Se trata de autobiografías escritas con el corazón desnudo

 Cinco formas de percibir la vida y relatarla por medio del género autobiográfico serán presentadas en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia el martes 23 de agosto en punto de las 19:00 horas, cuando Marcela Guijosa y Lazlo Moussong participarán en una conversación con los autores de Cinco Caminos. Relatos de vida.

En esta obra los cinco autores: Myriam Mabarak Mendoza, Jorge Madero Kondrat, Adriana Reyes Langagne, Antonio R. Quiroz Acevedo y Laura Yelitza Romero Castillo nos ofrecen sus relatos, en los cuales van desgranando sus ideas y experiencias de vida, sus emociones y las transformaciones en su personalidad, así como la forma de ser a partir de esa revisión de fragmentos de su vida.

Cinco Caminos. Relatos de vida, es un libro de cinco autobiografías escritas con el corazón desnudo, por personas que no son escritores profesionales, ni célebres, porque hoy en día está en boga este tipo de autobiografías de hombres y mujeres corrientes, dado que el escribir ya no es algo exclusivo de los narradores profesionales. Así, en este afán de recapitular, analizar y hasta sanarse a sí mismos, nacen estas cinco historias.

Myriam Mabarack, de ochenta años de edad, hilvana momentos de su existencia en historias redondas, evoca en sus recuerdos una infancia idílica en su casa familiar; los patines que no le trajeron los reyes magos; el relato del niño “Ángel a punto de ahogarse”; el miedo y después la tristeza que sentía por “La Tehuana alcohólica”. Ella cuenta que su interés por escribir cuentos autobiográficos se remonta a la época en que su madre le narraba “Las mil y una noches, o la historia de personajes bíblicos del Antiguo Testamento”; relata sobre su controvertido matrimonio de “Malos cimientos; su devastadora maternidad y los innumerables cardos que fue apartando a su paso, ella muestra con su propia luz experiencias de vida y cosecha estas historias que tituló: Una luz en el ocaso

Jorge Madero Kondrat, escribe Memorias de un desmemoriado. Kondrat, el de los numerosos apodos y nombres, amante de los gatos, recapitula sobre su vida, amores, lides y zozobras, nos comparte así una carta para su hija Alicia por su boda; un “Cambio de cables (Un relato del corazón)” y se refiere a una cirugía a corazón abierto que superó y que fue un parteaguas para su vida. Después, desde su “Corazón de León” narra otras historias como la de Isabel Kondrat, su madre; Luis Octavio Madero, su padre; Adolfo Kondrat, su abuelo de origen rumano-húngaro. Con humor cuenta los “Batacazos” de su vida o hace un recuento de sueños: “Aspiraciones” que van desde ser “actor”, “burócrata”, discípulo diligente”, huérfano de madre, jugador de ajedrez” y “santo”, hasta finalmente ser un promotor de sueños ya que es el líder de este grupo de cinco escritores, -que aunque no amarre bien las agujetas de sus zapatos, sabe sujetar el hilo conductor de todas estas historias que nos brinda, las suyas; sabe anudar los hilos que atan los sueños de otros.

Adriana Reyes Langagne, ofrece Sucesos de asfalto, una manera de ver el mundo desde la universidad de la vida, ella sigue el consejo de Pita Amor: “trata de tener muchas ilusiones, para darse el lujo de perder una cada día”. Así, narra y analiza su vida vista a partir de diferentes arquetipos que fueron y siguen apareciendo en su existencia y están presentes en sus relatos autobiográficos. Evoca la infancia con nostalgia y a sus padres. En todo momento su sonrisa y sentido del humor asoma por sus líneas, la ternura es otro de los matices que usa, por ejemplo, en “Cosas de niños”. Ella se ríe de muchas situaciones, una es cuando buscaba trabajo y va a dar por equivocación a una casa de citas de la que se alejó para llegar al metro. “En sólo tres pasos” ella va relatando de manera amena algunas ilusiones de vida que fue perdiendo y otras que ganó, pero con su cesta de ilusiones a cuestas no retrocede ante los sucesos que va recorriendo en el asfalto del tiempo.

Antonio Rafael Quiroz Acevedo, escribe Travesía de un solitario. Él es un brillante patólogo que encuentra inspiración a través de Gauguin, Van Gogh y Darwin, y se mira a sí mismo como un relato vivo. Cuenta con tintes de nostalgia la infancia y el tiempo de piñatas y posadas que reunían a la familia; las andanzas en “Las bicicletas”; las etiquetas y motes que le pusieron en las escuelas; o su primer momento de privacidad que tuvo de niño y que fue el regalo de un cofre metálico con una llave; hace de su familia personajes y de sí mismo otro personaje que va tejiendo sucesos: sus estudios de medicina en México y después en el hospital Saint Louis en París; hace la crónica de una enfermedad y relata su vuelta a París, ya jubilado. Reúne esta selección de hechos de su vida y les da un nuevo sentido, el de renunciar al deseo de ser invisible. Sale de la invisibilidad para consigo mismo y para el mundo que lo rodea: sus historias también lo redimen. Su soledad deja de ser solitaria y es compartida.

Laura Yelitza Romero Castillo escribe Andanzas de una amazona. Esta guerrera asegura que su motor de vida es “el amor universal”, y desde ese eje  se mueve para ir narrando sus andanzas con valentía y sinceridad. Evoca su infancia en un matriarcado familiar en su natal Venezuela, o como superó ocasionales maltratos físicos y psicológicos; la búsqueda del padre que la ignoró tantos años y que es la razón por la cual decide venir a la ciudad de México donde se especializó en oftalmología, siendo la primera presidenta del Colegio Mexicano de Glaucoma. Aborda su etapa de modelo; su aborto; “que le hizo perder el sentido de la realidad por veinte años”; su co-dependencia y la recuperación de la misma, lo cual la llevó autonombrarse “Juana Arco de Calcuta”; relata sobre sus dos tías solteronas casi salidas de las páginas de “Mujercitas”; cuenta esos secretos incontables de familia; animaliza a varios de los pasajeros de un autobús que son casi sacados de un “zoológico ambulante”. Y con esa “chispa de energía” en la que cree y desde un lenguaje sencillo y claro, enciende fragmentos de batallas de su vida y se reconcilia consigo misma.

Sin duda, como dice Marcela Guijosa: “cualquiera tiene derecho de escribir su propia autobiografía; no se necesita ser un político célebre, un gran músico ni un reputado escritor. Toda vida es emocionante, dramática y digna de ser contada”. Cabe mencionar que Guijosa escribe el prólogo de Cinco Caminos. Relatos de vida, y fue ella quien coordinó en el 2007 un taller de autobiografía en el entonces Centro de Lectura Condesa, hoy Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, y de donde surgieron tres de estos autores: Myriam, Jorge y Antonio.