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*** Como parte del ciclo Cuestiones Alfonsinas, Carmen Galindo revisa la participación de la familia Reyes en la Decena Trágica.

*** La catedrática ofrece la charla “Y Alfonso Reyes tomó su fusil”, este martes 26 de julio a las 19:00 horas en la sede de la Capilla Alfonsina.

 

Célebre por su gentileza de trato, Alfonso Reyes es uno de los paradigmas del ejercicio de la diplomacia mexicana, quien imprimió a su gestión su peculiar personalidad, lo que le permitió convertirse en un mediador en diversos conflictos latinoamericanos. Y sin embargo, la faceta conciliadora de Alfonso Reyes muchas veces ha dejado en la sombra su lado aguerrido, heredado quizá de la tradición militar de la familia Reyes.

Este aspecto, poco comentado, de la personalidad del “regiomontano universal”, será comentado y analizado por la maestra Carmen Galindo cuando participe en el ciclo Cuestiones alfonsinas, que organiza la Coordinación Nacional de Literatura del INBA, en la Capilla Alfonsina.

 

*** Como parte del ciclo Cuestiones Alfonsinas, Carmen Galindo revisa la participación de la familia Reyes en la Decena Trágica.

*** La catedrática ofrece la charla “Y Alfonso Reyes tomó su fusil”, este martes 26 de julio a las 19:00 horas en la sede de la Capilla Alfonsina.

Célebre por su gentileza de trato, Alfonso Reyes es uno de los paradigmas del ejercicio de la diplomacia mexicana, quien imprimió a su gestión su peculiar personalidad, lo que le permitió convertirse en un mediador en diversos conflictos latinoamericanos. Y sin embargo, la faceta conciliadora de Alfonso Reyes muchas veces ha dejado en la sombra su lado aguerrido, heredado quizá de la tradición militar de la familia Reyes.

Este aspecto, poco comentado, de la personalidad del “regiomontano universal”, será comentado y analizado por la maestra Carmen Galindo cuando participe en el ciclo Cuestiones alfonsinas, que organiza la Coordinación Nacional de Literatura del INBA, en la Capilla Alfonsina.

Con el título, Y Alfonso Reyes tomó su fusil, Carmen Galindo recordará las anécdotas de la llamada Decena Trágica (9-18 de febrero de 1913), que involucró directamente a la  familia Reyes, que participó directamente, y en la cual fue abatido el General Bernardo Reyes, padre de Alfonso. La especialista en la vida y obra del autor de Ifigenia cruel, detallará los intentos por liberar al General Bernardo Reyes, mientras Alfonso y familia permanecen atrincherados en su casa con fusil en mano. La conferencia de la maestra Carmen Galindo se llevará a cabo este martes 26 de julio de 2011 a las 19:00 horas en la sede de la Capilla Alfonsina, ubicada en la calle Benjamín Hill 122, colonia Condesa.

Con motivo del centenario de la ópera prima de Alfonso Reyes, Cuestiones estéticas, la Coordinación Nacional de Literatura del INBA ha preparado el ciclo Cuestiones alfonsinas, en el cual, diversos escritores e investigadores harán un acercamiento a los temas desarrollados en esta obra en particular y al trabajo de toda la vida de uno de los intelectuales más representativos de la cultura mexicana  del siglo XX.

Alfonso Reyes provenía de una familia de al menos dos generaciones de reconocidos militares: primero su abuelo, Domingo Reyes, quien fuera una destacado militar liberal y  en 1834 fue capitán de la Guardia Nacional en el estado de Jalisco; luego, su padre Bernardo Reyes, quien desde muy joven sintió el llamado de la armas. Apenas adolescente, Bernardo Reyes se sumó a los ejércitos republicanos para enfrentar la invasión francesa y en 1867 llegó a General Brigadier. Fue una figura prominente en el régimen de Porfirio Díaz, en el cual fue Ministro de Guerra y gobernador de Nuevo León.  Incluso, al final del gobierno de Porfirio Díaz, cuando se generalizaba el descontento, al general Bernardo Díaz se le llegó a mencionar como su sucesor, lo que le valió al militar un exilio en Europa disfrazado de “comisión especial”.

Al llegar los aires revolucionarios, el general Bernardo Reyes regresa a México, ya con Madero en el poder, contra quien se rebela y es arrestado. Al detonar la sublevación militar contra el gobierno maderista conocido como la Decena Trágica, Bernardo Reyes es liberado por simpatizantes y cuando intentan tomar por las armas el Palacio Nacional, cae acribillado por la guardia del lugar, el 9 de febrero de 1913.

De aquellos aciagos días de la Decena Trágica, Alfonso Reyes recordaría en algunos pasajes de sus memorias cómo solía escribir acompañado de un rifle Winchester. Historias y anécdotas que Carmen Galindo compartirá con los asistentes a la Capilla Alfonsina.

La muerte del general Bernardo Reyes, marcaría para siempre la vida y obra del joven Alfonso Reyes, quien contaba con 24 años en ese entonces. Tan significativa fue la muerte de su padre, que Alfonso Reyes le dedicó una de sus obras más notorias, “Oración del 9 de febrero”, escrita en 1963, prosa en la cual rememora la muerte del general y afirmaba: “Todo lo que salga de mí, en bien o en mal, será imputable a ese amargo día. Cuando la ametralladora acabó de vaciar su entraña, entre el montón de hombres y de caballos a media plaza y frente a la puerta de Palacio, en una mañana de domingo, el mayor romántico mexicano había muerto”.

Carmen Galindo es catedrática de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, pertenece al Colegio de Letras Hispánicas de dicha facultad. Se especializa en historia de la literatura mexicana contemporánea, con énfasis en a vida y obra de Alfonso Reyes. Es autora del libro En torno a Alfonso Reyes.

La próxima sesión del ciclo Cuestiones Alfonsinas contará con la participación de  Aurora Díez-Canedo, el próximo martes 30 agosto, a las 18:00 horas en la Capilla Alfonsina.