*** Israel y México pueblos presentes en Escritos a mano, lugares que fueron “realidades inseparables” para la autora

*** Los textos de Escritos a Mano, dotados de una escritura “irónica, intimista y siempre brillante”

 

La experiencia religiosa, la política, el erotismo y la historia fueron temas que en su variedad cautivaron la inteligencia y perspicaz mirada de la escritora mexicana Esther Seligson. La pasión intelectual de esta importante autora llegará a mano de los lectores gracias a la edición póstuma de su libro Escritos a mano, volumen de varia invención que concentra relatos, poemas, bocetos, ensayos y fragmentos de su diario íntimo.

 

La presentación del volumen Escritos a mano, que incluye la reedición del poemario La morada en el tiempo se realizará este martes 24 de mayo, a las 19:00 horas en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia. La presentación estará a cargo de Geney Beltrán, Vicente Alfonso, Mijail Lamas y Jezreel Salazar.

 

 

*** Israel y México pueblos presentes en Escritos a mano, lugares que fueron “realidades inseparables” para la autora

*** Los textos de Escritos a Mano, dotados de una escritura “irónica, intimista y siempre brillante”

La experiencia religiosa, la política, el erotismo y la historia fueron temas que en su variedad cautivaron la inteligencia y perspicaz mirada de la escritora mexicana Esther Seligson. La pasión intelectual de esta importante autora llegará a mano de los lectores gracias a la edición póstuma de su libro Escritos a mano, volumen de varia invención que concentra relatos, poemas, bocetos, ensayos y fragmentos de su diario íntimo.

 

La presentación del volumen Escritos a mano, que incluye la reedición del poemario La morada en el tiempo se realizará este martes 24 de mayo, a las 19:00 horas en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia. La presentación estará a cargo de Geney Beltrán, Vicente Alfonso, Mijail Lamas y Jezreel Salazar.

Esther Seligson nació en el seno de una familia judía ashkenazí (padre polaco y madre rusa), origen que se refleja en su obra. Conocida como una mujer de rituales, estudiosa del tarot, la acupuntura, la gemoterapia, la cábala y cualquier forma de mitología y religión, Esther Seligson fue dotada con una mentalidad que ella misma define como “asquenazí centroeuropea mexicana”, debido a su origen y a los muchos lugares que conformaron su identidad a lo largo de su vida.

 

 

Esta exploración de la escritura a partir de la definición de la propia identidad se manifiesta en los textos que se incluyen en Escritos a mano, los cuales van desde relatos, poemas, bocetos, ensayos, y fragmentos de su diario íntimo. La mayoría de estos textos contienen memorias de Esther Seligson en su andar; comparte experiencias trascendentes para ella, vividas específicamente en el Tíbet, el mar mediterráneo, el desierto del Néguev, Israel, entre otros.

 

 

Israel, el “pueblo ancestral”, de Esther Seligson, como ella misma lo definía,  hace amplia presencia en Escritos a mano. A partir de comparaciones, semejanzas y correspondencias con el pueblo que la vio nacer, el mexicano, la escritora construye paralelismos entre estos dos pueblos, que resultan “realidades inseparables”. Así, aunque distante, Israel se reencuentra todo el tiempo con México a través de ciudades santas como Toledo, Praga, Jerusalén y Lhasa.

 

 

Algunos de los temas que encontramos en Escritos a mano están impregnados de la cosmogonía oriental; basta leer cuando nos habla acerca del karma, del cosmos, del universo de las correspondencias o de la importancia de los rezos jerosolimitanos (judíos que viven en Jerusalén).  “Vivo bajo la máxima de ‘querer es poder’, pero acepto al Azar, el llamado Karma, el Goral, no como un determinismo ciego sino como la consecuencia de que la libertad de elección es intrínseca a los seres humanos…”, explicó la escritora en el texto “Cicatrices”.

 

 

En la amplia obra de Esther Seligson hay un sincretismo de culturas e ideologías que se refleja ampliamente en Escritos a mano, pues este libro representa, según las propias palabras de la autora, “un mapa geográfico interior, tanto espiritual como literario”, el cual recopila momentos precisos vividos por ella en 1981 en Jerusalén, pasando por su estancia en Tibet y algunos  momentos en la Ciudad de México en enero de 2010, como algunos de los más representativos de la obra.

 

 

En opinión de Geney Beltrán, en La morada en el tiempo, Esther Seligson tiene la facultad de destacar una escritura absoluta, donde su decir es sintácticamente denso y acompañado de un lirismo que, asegura, “gracias a un fecundo léxico de particular relieve sinestésico, va de lo elusivamente intimista a lo elegantemente revelacional”. Por su parte Escritos a mano, opina,  tiene la facultad de compartirnos una escritura “irónica, intimista y siempre brillante”.

 

 

Esther Seligson (Ciudad de México, 1941-2010) perteneciente a una familia judía- cristiana, a lo largo de su vida vivió en París, Madrid, Bruselas, el sur de la India, Lisboa y Jerusalén. Sus estudios fueron dedicados en un inicio a las letras españolas y francesas en la Universidad Nacional Autónoma de México, mientras que en la Secretaría de Educación Pública (SEP) estudió Historia del Arte y sus estudios en el extranjero la llevaron al Centre Universitaire d’Études Juives en París y en el Mahon Pardes de Jerusalén. En 1969 fue becaria del Centro Mexicano de Escritores.

 

 

Entre su obra publicada destacan los libros de ensayos La fugacidad como método de escritura (1988); El teatro, festín efímero, (1989); Escritura y el enigma de la otredad, (2000), Fue una de las principales traductoras del filósofo Emil Cioran, sobre quien escribió el ensayo Apuntes sobre Cioran  (2003).

 

 

Su obra narrativa incluye las novelas Otros son los sueños (1973); La morada del tiempo, (1981); Sed de mar (1987); Isomorfismos (1991) y Tríptico (1993), así como los volúmenes de relatos Tras la ventana un árbol  (1969); Diálogos con el cuerpo (1981); Luz de dos (1978); De sueños, presagios y otras voces (1978); Hebras (1996) y Jardín de infancia, (2004), entre otros.

 

 

También produjo una considerable obra poética, reunida en los libros Tránsito del cuerpo, (1977); De sueños, presagios y otras voces (1978);  Rescoldos  (2000); Simiente (2003); Alba marina  (2005); Oración del retorno (2006) y A los pies de un buda sonriente  (2010), entre otros.

 

 

El premio Xavier Villaurrutia le fue otorgado en 1973 gracias su novela titulada Otros son los sueños, publicada en ese mismo año; en 1979 obtuvo el Premio Magda Donato de Literatura por el libro de relatos Luz de dos. Póstumamente se han publicado sus obras Todo aquí es polvo (2010) y Escritos a mano (2011).