*** Participan los dos narradores en el ciclo Lectura en voz de sus autores, de la Coordinación Nacional del INBA.

*** Antonio Ramos Revilla leerá fragmentos de su más reciente trabajo El cantante de los muertos.


Narrativa: Lectura en voz de sus autores Una reflexión muy íntima sobre la muerte es lo que nos ofrece Antonio Ramos en su más reciente libro, El cantante de los muertos, del cual leerá algunos fragmentos durante su presentación dentro del ciclo Lectura en voz de sus autores, organizado por la Coordinación Nacional de Literatura del INBA en el Centro de Creación Xavier Villaurrutia.

 

Bajo el nombre Narrativa, lectura en la voz de sus autores, mesa organizada dentro del ciclo Lectura en voz de sus autores, se presentarán los escritores Eduardo Antonio Parra y Antonio Ramos Revillas el próximo miércoles 17 de agosto a las 19:00 horas en el centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, ubicado en avenida Nuevo León 91, colonia Hipódromo Condesa.

 

 

El ciclo Narrativa: Lectura en voz de sus autores, busca acercar a los autores con su público a través de lecturas que el escritor hace de su propia obra, con el fin de lograr una estrecha relación literaria.

 

En El cantante de los muertos, de Antonio Ramos, encontramos una historia que gira en torno a la familia, en la que el personaje principal nos muestra una paradoja en la que nosotros mismos podríamos encontrarnos: Saber que somos una representación fiel de nuestra familia y aceptar, que al mismo tiempo,  somos algo ajeno a ella.

 

En las páginas de El cantante de los muertos, Antonio Ramos reflexiona acerca de la muerte “desde un punto de vista muy íntimo”, pues la representa como un suceso manifestándose constantemente en la degradación del cuerpo. En el texto de Antonio Ramos la fatalidad surge con la certeza de que al crecer, en realidad, nos vamos muriendo lentamente.

 

Por generaciones, la familia del personaje principal de El cantante de los muertos, Pablo Rodas, se ha dedicado a cantarle a los muertos, oficio que él no acepta por completo. Sin embargo, en el proceso de aceptación se da cuenta que “todos nos ganamos nuestra canción al morir, algunos sonamos a una música clásica estupenda, algunos sonamos a charanga o a cumbias” dice Antonio Ramos en entrevista.

 

La singular concepción que se tiene de la muerte en las culturas mexicanas fue un elemento de identidad que tomó en cuenta Antonio Ramos para el contenido de su obra. Pero además, el autor dio a su obra un tratamiento personal que, dice, le ayudó como persona a encontrar cierta paz en un momento del consuelo. “Cuando alguien se muere, tenemos una avalancha de sentimientos y, al menos a mí, me ha procurado estar viviendo un duelo más sosegado”, expresa.

 

Otros de los fragmentos su obra que Antonio Ramos ofrecerá de viva voz al público lector, serán algunos cuentos de una novela infantil aún inédita, así como extractos de Sola no puedo, colección de cuentos que califica de narraciones sarcásticas e irónicas, porque hablan de personajes que quieren escapar de su vida rutinaria sin poder lograrlo. “Lo divertido de estas historias está en ver cómo y por qué fracasan”, concluye el autor.

 

Antonio Ramos Revillas nació en Monterrey en 1977. Egresado de la Carrera de Letras Españolas de la Universidad Autónoma de Nuevo León y fue miembro del extinto taller de novela El Panteón. Entre su obra se encuentra Todos los días atrás (2005); Dejaré esta calle (2006), Necrologías (2008); Los cazadores de pájaros (2008) y Sola no puedo (2008). En e2009 publicó dos libros de literatura infantil y juvenil: Ixel. Reptiles bajo mi cama, y El Norteño Mágico. Su más reciente libro es El cantante de muertos, (2011).

 

Algunos de los premios que ha obtenido son el Premio Nuevo León de Literatura 2003; el Premio Nacional de Cuento Joven Julio Torri 2005 y el Premio Regional de Literatura Juan B. Tijerina en 2007.

 

Eduardo Antonio Parra nació en León, Guanajuato en 1965, aunque ha vivido casi toda su vida en Monterrey. Ahí estudió lengua y literaturas hispánicas en la Universidad Regiomontana. Se le considera uno de los representantes más avanzados de la literatura norteña. Como narrador, sus temas fundamentales son la violencia y el erotismo a partir de una construcción cuyo centro normalmente es el norte de la República.

 

Ha sido becario del Centro de Escritores de Nuevo León, 1990; del FONCA, en cuento, 1996, y en novela, 1998; del Centro Cultural Casa Lamm/Centro de Escritores Juan José Arreola, 2000; de la Fundación Guggenheim, 2001; y miembro del SNCA, 2001. Ganador del Concurso Nacional de Cuento 1995 del Ayuntamiento de Guasave, Sinaloa, y de la Universidad de Occidente. Primer lugar en el Certamen de Cuento, Poesía y Ensayo 1994 de la UV. Premio Nacional de cuento Efrén Hernández 2004.

 

En su obra publicada sobresalen: El cristo de Sanbuenaventura y otros relatos (2003); Las leyes de la sangre y otros relatos (2005) y Juárez. El rostro de piedra (2008). Ha participado en las antologías Ciudad y memoria (1999); Los mejores cuentos mexicanos (2004) y Parábolas del silencio (2006).