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La loca y otros cuentos, fue el título con el que Mariana Pedroza enmarcó su presentación dentro del ciclo La hora del cuento que organiza el Instituto Nacional de Bellas Artes, en colaboración con el Foro Internacional de Narración Oral (FINO) y el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia del INBA, todos los viernes a las 19:00 horas.

 

De esta forma, continúan las actividades de este ciclo, cuyas próximas sesiones se llevarán a cabo los días 3, 10, 17 y 24 de febrero, a las 19:00 horas. Así como del ciclo Temprano cuentan los abuelos, ciclo dirigido a adultos mayores, hijos y nietos, en sesiones de narración oral, los días martes a las 11:00 horas.


“Ahora, la narración oral es más accesible; finalmente, en ella hay una parte muy rica que no se debería perder y que tiene que ver con el gusto a la lectura. Lo que hacemos es reinterpretar nuestras propias lecturas, las cosas que nos apasionaron de ellas”, señaló Mariana Pedroza en entrevista.

 

“Transmitimos las lecturas y, sobretodo, rescatamos el poder de la palabra. Es la razón por la que nos vestimos de negro, porque somos un vehículo para el cuento”. Pedroza advirtió que ante la invasión de los medios electrónicos, que están cambiando la forma en que las personas se relacionan, la narración oral sobrevivirá: “Es la forma en que las personas se interrelacionan. Al ser una práctica más bien legendaria, vieja, no está tan extendida como otras cosas que tienen que ver con los medios visuales, pero me parece que podría tomar más fuerza”.

 

Es la forma en que platicamos con nuestros abuelos, en que contamos anécdotas; una forma de transmisión de conocimiento y nos apropiamos de los medios escritos. En ese sentido, la narradora y filosofa calificó de loable y admirable el que haya espacios para este ejercicio: “Es una experiencia redentora, es curativa. La relación que se dan con los espectadores es muy específica, pese a que uno es el que cuenta. El otro, con la mirada, está siendo testigo con su presencia, hay una especie de diálogo”.

 

Entre los textos que se narraron están el “Capítulo 68” de Rayuela; “Los besos de la loca”, de Triunfo Arciniegas; “El cumpleaños de la infanta”, de Oscar Wilde, entre otros.