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El diálogo del teatro con otras disciplinas no es nuevo. Las distintas expresiones artísticas del momento se han incorporado y con ello enriquecido el modo de contar historias. “La dramaturgia lo ha tenido que tener en cuenta”, explica José Antonio Cordero, quien gracias a su formación como cineasta y director teatral, ha hecho dialogar diferentes elementos tecnológicos en una misma puesta en escena.

  

En esta sesión del ciclo “Letras expansivas” se hablará de los medios digitales y tecnológicos, así como de las nuevas propuestas escenográficas y de dramaturgia en la charla "Escritura, escena y nuevos medios", donde participarán José Antonio Cordero y Elena Guiochins, bajo la moderación de Rocío Cerón, el próximo miércoles 11 de junio en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, ubicado en la avenida Nuevo León 91, colonia Hipódromo Condesa, Ciudad de México.

 

“No es que yo lo haga de una forma muy consciente, sino que por mi formación esto se dio de manera natural. Me interesa muchísimo, más que el cine, las formas audiovisuales”, aclara Cordero, quien hace un tiempo retomó la obra Casa de muñecas de Henrik Ibsen para crear su propia puesta en escena, en la que integró nuevos soportes y herramientas tecnológicas con las que construyó un espectáculo multimedia.

  

Para Cordero, más que poner el foco de atención en los dramaturgos, lo hace en los directores teatrales, quienes son, dice, los que se arriesgan a incluir diversos elementos al texto dramático. “Yo no conozco una obra dramática que sugiera multimedia, eso ya es una apuesta del director. Cuando tomamos un texto dramático lo tratamos de contemporaneizar, de ponerlo en tono con el arte contemporáneo, no solamente con la literatura sino con la plástica principalmente, con el cine, el video, etcétera".

 

“El teatro en México, especialmente en la dramaturgia, aún está todavía muy enamorada del siglo XIX, cuando todas las experiencias escénicas contemporáneas han dejado esto a un lado para avanzar hacia sumergirse en un mundo del arte contemporáneo, donde la palabra a lo mejor ya no es lo más importante, donde el cuerpo tiene otra dimensión, es virtual. Eso no lo veo en la dramaturgia, sino en los directores, ellos siguen escribiendo obras dialogadas de corte naturalista”, critica.

  

José Antonio Cordero estudió realización cinematográfica en el Centro de Capacitación Cinematográfica del IMCINE y dirección escénica con Ludwik Margules en el Núcelo de Estudios Teatrales y el Foro de la Ribera. En 1996 recibió la beca de excelencia del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia para estudiar el diplomado Laboratorio para el estudio del movimiento de la Ecole Internationale de Théâtre Jacques Lécoq, en París, Francia. Como director de escena y multimedia ha montado, entre otras, las obras A quien mi amor maltrata (París, Francia, 1997), Cabaret Museo Deseo (México, 1999),Instrucciones para volar, de él mismo y Karina Gidi (México y Edmonton, Canadá, 2000), Escuela Museo Deseo y Restorán Zapata con el grupo francés Zic Zazou (París, Francia,2001). En 2003 su espectáculo multimedia Iguazú, ópera de jabón se presentó en diversos foros como el X Teresa Arte Actual. En 2006 se estrenó su versión multimedia de la obra Casa de muñecas tituladaHipndódromo MR y durante el festival Dramafest, su puesta en escena de la obra Croll, de Ernesto Anaya.

 

Actualmente es coordinador del taller de nuevas tecnologías para las artes escénicas Interact del Centro Multimedia del Centro Nacional de las Artes e investigador del Centro de Investigación y Producción de la Imagen de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.